“Pero más allá de, si se llena de folklore el proyecto científico con un resultado en competiciones, el detalle es que la comunidad científica ha luchado por años para fortalecerse con distintos sectores y el recurso que se necesita para ejecutar esos esfuerzos es bastante y, se hace mucho con poco presupuesto…”
Javier Ríos Gómez
Nuestro país, en programas de ciencia básica ha tenido esfuerzos heroicos de personas que, en base a sus actitudes hacia la ciencia, han generado distintos foros y programas para que niños y jóvenes experimenten con la ciencia y así desarrollen las habilidades para la investigación y el pensamiento científico.
Estos esfuerzos rindieron frutos en esa lucha por algunos sectores de la comunidad científica al generar sinergia a través de vínculos con empresas, organizaciones, gobierno, tecnólogos, divulgadores, entre otros. En dichos programas, hemos visto desarrollarse grandes ideas que con el paso del tiempo, algunas se convierten en empresas u organizaciones o continúan con su proceso de investigación para seguir fortaleciendo el proyecto y compartir sus resultados con la comunidad.
Estas actividades poco a poco han posicionado a México en los diferentes cuadros medalleros en distintas ferias a nivel mundial de ciencia y tecnología, donde niños y jóvenes nos representan y una gran cantidad de pequeños han traído con gran orgullo medallas de bronce, plata y oro. Pero más allá de, si se llena de folklore el proyecto científico con un resultado en competiciones, el detalle es que la comunidad científica ha luchado por años para fortalecerse con distintos sectores y el recurso que se necesita para ejecutar esos esfuerzos es bastante y, se hace mucho con poco presupuesto, pero en años con los esfuerzos mencionados de organizaciones entusiastas y divulgadores con pasión, ya se tenía un avance al respecto en vinculación.
El camino siempre será el seguir apuntalando la labor y, en la transición del nuevo gobierno, ya hace más del año que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología realizó importantes ajustes que afectaron ciertas labores y recortó también por completo algunos apoyos a diferentes actividades que en años tenían en colaboración; recordemos las polémicas con algunas olimpiadas, recordemos las polémicas con algunos divulgadores, y no solo este tipo de situaciones, sino la desaparición de algunos movimientos por completo por parte del Consejo que cimbraron varios cimientos de las voluntades mencionadas. Algunos programas de ciencia y tecnología sobrevivían de pocos fondos que quedaban por el vínculo con algunos fideicomisos.
Ahora, se anuncia otro duro golpe a la comunidad científica en especial en las labores de programas en la ciencia básica que sin duda afectará en cuestión de recurso económico a las labores que en gran parte del territorio mexicano se realizan en distintos foros. Ahora bien, seamos conscientes de que el mundo ha cambiado mucho en los últimos 50 años y seguirá cambiando. Las técnicas y los conocimientos adquiridos por los trabajos de la comunidad científica con sus eventos, no se pueden olvidar y por supuesto que no se pueden retroceder y, ni se pueden impedir los progresos que de ello surja aunque se suspendieran más apoyos financieros como lo está realizando la actual administración, o incluso no se detendrán ni aunque se suprima el apoyo por completo. La inercia de esa pasión por la ciencia que tiene la comunidad científica, determinará aún bastantes progresos porque es imposible impedir que mentes inquisidoras reflexionen sobre la ciencia básica tanto si reciben mucho apoyo o no. Tal vez la única forma de impedir el progreso científico y tecnológico y las actividades de la comunidad científica en la formación de profesionales de la ciencia, sería con un totalitarismo a nivel mundial, pero aún con todo ello las habilidades que la labor científica y tecnológica han desarrollado son evidentes y quizás ni así lo impedirían y solo restarían tiempo y un poco de esfuerzo pero no está latente la imposibilidad de evitar que la ciencia y la tecnología transformen nuestro mundo pero no justifiquemos las acciones que afectan la labor científica y si debemos de tratar de que se opere en la dirección correcta lo poco que se tiene.
Está claro que cualquier sacudida ideológica, política o filosófica, para que tenga efecto siempre se necesita implementar desde el fortalecimiento a la educación y la formación científica y por ende el desarrollo de la cultura científica no pueden disociarse de la educación y actividades en ciencia básica que tenían de manera indirecta en el desarrollo de capacidades para la investigación en niños y jóvenes en el desarrollo en general de proyectos.
Se tiene un reto nuevamente para la comunidad científica que ha creado esas grandes iniciativas en pro del desarrollo científico y técnico en México; sé que podrán y sé que seguirán realizando más con menos literalmente, pero la inercia no se detendrá y seguirán haciendo más con menos.
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