Mientras la comunidad científica busca una vacuna y un tratamiento efectivo, otros se aprovechan del miedo de los pacientes para lucrarse. Terapias fraudulentas con células madre, MMS o falsos remedios para fortalecer al sistema inmunitario conviven en un entorno donde abundan las desinformaciones.



Agencia SINC

Al buscar en Google las palabras clave “células madre curar coronavirus” aparecen 308.000 resultados. Cuando traducimos estas mismas palabras a inglés la lista se dispara a 143 millones. En este maremágnum de contenidos se mueven las falsas terapias que utilizan el nombre de esta consolidada área de investigación para enriquecerse a costa del miedo y la ansiedad de los pacientes.   

El experto en bioética Leigh Turner lleva una década estudiando diferentes clínicas de células madre de Estados Unidos que se dedican a vender terapias a pacientes para tratar enfermedades o lesiones sin evidencia científica suficiente. Con la llegada del coronavirus SARS-CoV-2 ha comprobado cómo estas ofertas se han multiplicado.

En un artículo publicado en la revista Cell Stem Cell, Turner, que es profesor en el Centro de Bioética de la Universidad de Minnesota (EEUU), denuncia que algunas empresas aprovechan los temores generalizados para vender supuestos tratamientos con células madre dirigidos a la  COVID-19. “Dichas empresas se dirigen a clientes potenciales con afirmaciones engañosas, exponen a los pacientes a productos basados en células madre potencialmente peligrosos y socaban los esfuerzos para desarrollar tratamientos basados en evidencia para la COVID-19”, alega.

En declaraciones a SINC Turner recuerda que, a día de hoy, los estudios clínicos que contemplan la administración de células madre para pacientes diagnosticados con la enfermedad que causa este coronavirus se encuentran en una etapa temprana. “La mayoría de los estudios se centran en probar la seguridad y la eficacia de productos de células madre concretos para personas que padecen dificultad respiratoria aguda relacionada con COVID-19”, recalca.

Según el experto, la comunidad científica tiene esperanzas en que las células madre se conviertan en un tratamiento seguro y efectivo para este tipo de pacientes y algunas investigaciones bien diseñadas podrían arrojar conclusiones importantes, aunque también hay estudios mal diseñados “que es poco probable que proporcionen datos útiles”, matiza.

Los ensayos rigurosos con células madre

El científico Kunlin Jin lleva veinte años trabajando con células madre y participa en un estudio internacional en el que han inyectado estas células en el torrente sanguíneo de siete pacientes graves con COVID-19 ingresados en el Hospital YouAn en Pekín (China). A otros tres pacientes se les inyectó un placebo. La función pulmonar y los síntomas de los enfermos tratados con células madre mejoraron a los pocos días y fueron dados de alta.

“Se ha realizado la fase I del ensayo clínico –que evalúa la seguridad– y ahora estamos pasando a la fase II –que analiza la eficacia–”, detalla a SINC Jin, investigador en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad del Norte de Texas (EEUU). Ante la proliferación de falsas terapias bajo el marchamo de células madre, el científico recalca que en Estados Unidos cualquier terapia celular para tratar enfermedades debe ser aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA según sus siglas en inglés).

Y va un paso más allá: “Se debe prohibir la venta de ‘tratamientos de células madre’ no comprobados y sin licencia para COVID-19”, propone. Porque, junto a los pacientes, los científicos que llevan años trabajando en esta área de investigación son los principales perjudicados por estos falsos tratamientos.

En España, la Red de Terapia Celular (TerCel) ha publicado en su página web un comunicado de la Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés) en el que advierten de los riesgos de usar terapias basadas en células no probadas.

En relación a la COVID-19, desde el Comité de Buenas Prácticas en Terapia Celular de la Red TerCel indican a SINC que en estos momentos en nuestro país se han aprobado cinco ensayos clínicos con células madre mesenquimales –que pueden dar lugar a varios tipos de células–. El objetivo es intentar disminuir la inflamación en los pacientes más graves con neumonía por coronavirus SARS-CoV-2, “pero no se dispone todavía de resultados pues todos se encuentran en una fase muy inicial”, señalan estas fuentes.

Uno de los ensayos está codirigido por Damián García Olmo y Bernat Soria. Según los investigadores, las propiedades antiinflamatorias de las células madre mesenquimales podrían servir para tratar la reacción inflamatoria que la COVID-19 genera en los pulmones de los pacientes.

“Tenemos todos los permisos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y de los comités de ética e investigación”, afirma a SINC García Olmo, que es jefe de Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Madrid).

Ya han seleccionado a los donantes y se han practicado las liposucciones para extraer las células, por lo que esperan empezar el ensayo en unas semanas. No obstante, debido a la situación de emergencia sanitaria actual, y de acuerdo con la AEMPS, los investigadores han utilizado algunas dosis celulares de sus bancos en un programa de uso compasivo. “Hemos tratado más de diez pacientes extremos de nuestras UCI y en estos momentos estamos elaborando los resultados”, avanza el cirujano.