Los cambios al bachillerato en la Universidad Michoacana no cuentan con el aval de los maestros sindicalizados, quienes llamaron a Rectoría a buscar en conjunto una “reforma integral” consensuada y a consulta fuera de las limitaciones de la actual pandemia.

 

Raúl López Téllez

Un promedio de 65 por ciento de docentes del bachillerato laboran por asignaturas o por horas, y resultarían los principales afectados de concretarse la reforma al nivel educativo que imparte la Universidad Michoacana en siete planteles, cinco en esta capital y dos en la ciudad de Uruapan.

Así lo manifestó el docente y representante sindical Manuel Calderón, en rueda de prensa ofrecida la mañana de este martes por integrantes del Consejo General del Sindicato de Profesores de la Universidad Michoacana (SPUM), donde rechazaron que la reforma al bachillerato esté concretada y mucho menos que cuente con el apoyo de los docentes.

El tema del rechazo a la reforma, precisó Calderón, ya fue aprobado dentro del Consejo General, máximo órgano de gobierno en el gremio y que fuera reactivado por, aseguró el docente, un 66 por ciento de las secciones que lo conforman, es decir 29 de las 44 representaciones, ante la falta de convocatoria de la dirigencia sindical a sesionar.

Tras reiterar que el Consejo se mantiene por continuar las protestas en la vía pública por la falta de pagos en prestaciones adeudadas desde diciembre, al igual que trabajar en instalar un Congreso General de Representantes con carácter extraordinario -a realizarse presuntamente los días 22. 23 y 24 de este mes-, Calderón señaló que los docentes que se verían mayormente afectados serían un 65 por ciento de los 475 docentes de los planteles de preparatoria, “con cargas menores a las 12 horas” y en donde incluso algunos solo imparten una o dos materias. En este punto, Calderón señaló que este mismo porcentaje lo componen maestros con “15 o 20 años” de laborar por asignaturas, por lo que señaló que se debe buscar que tengan la titularidad definitiva.

Tras señalar que los últimos cambios en el nivel se dieron en los años 1989-1992, el representante gremial señaló que el SPUM no se opone a una reforma, sino a los términos en que la ha planteado Rectoría desde finales del 2020 y que generó la reacción en su contra de los docentes al considerar que la pretensión de la autoridad universitaria es despojar al nivel de su contenido humanístico y al buscar incorporar material de capacitación para el trabajo, lo pretende equiparar con los subsistemas educativos que ya ofrecen la formación laboral y no la continuidad del bachiller en la educación universitaria.

A partir de la oposición de docentes a una reforma en la que Rectoría afirma ya está concretada, sin tomar en cuenta propuestas solicitadas durante el 2020 a las academias del bachillerato, Calderón dijo que existe “amenazas a maestros de que si no aceptan la malla curricular”, no los incluirían en las asignaciones de materias.

Reiteró que el planteamiento de los docentes es por una reforma integral del bachillerato; que sea democrática, con la inclusión de autoridades académicas y docentes; que respete los derechos laborales y humanos; que no reduzca materias de humanidades ni de ciencias naturales, esencia de lo que denominó es “el bachillerato nicolaita”, al que convocar a una consulta plena de nuevos contenidos fuera del contexto de la pandemia, donde se garantice la participación mayoritaria, además de haber superado lo que llamó “incapacidad jurídica” de los órganos de dirección en la UM, ya que, sostuvo, tanto el Consejo Universitario como los consejos técnicos en los planteles requieren de nombrar a sus representantes tras haber concluido sus cargos en más de un 40 por ciento.


Imagen de manta en la fachada de la Preparatoria 5 «Melchor Ocampo».