Ante crecientes contagios y escenarios de riesgo por una movilidad social que va en aumento, influida por los festejos decembrinos, las medidas anunciadas para la capital estatal han topado con la misma suerte que decretos anteriores para el estado, el desdén ciudadano y de las mismas autoridades.
Raúl López Téllez
Tarde, inmersas en contradicciones, llegan medidas sanitarias para aplicarse concretamente en Morelia, la capital estatal, mientras que para el resto de la entidad se supone operan los criterios del decreto emitido desde noviembre por el gobierno estatal y el cual en principio establece como obligatorio el portar cubrebocas en todo espacio público, medida que por lo visto no se considera.
No obstante la situación en la Ciudad de México y el Estado de México, donde se aplicó de nueva cuenta y desde el 19 de diciembre el cierre y restricciones del Semáforo Rojo ante el avance de contagios y defunciones por covid-19, generados sin duda por la permisividad de autoridades ante una movilización ciudadana desbocada en compras y un presunto ánimo festivo por la temporada decembrina, en Morelia se ha privilegiado por parte del gobierno estatal y municipal la operatividad de comercios y empresas sean esenciales o no sus actividades.
En el contexto de la pandemia iniciada en marzo, desde hace ya seis meses Morelia registró un alza de afectados, y a la fecha es el principal punto de contagios hasta este 28 de diciembre con 7 mil 865 casos, de un total de 32 mil 595 confirmados en todo Michoacán. En defunciones, se han registrado 2 mil 616 en toda la entidad, con una tasa de letalidad de 8.03 por ciento, en tanto que la ocupación hospitalaria en la capital estatal registra un aumento que llega al 60 por ciento en camas con pacientes intubados.
A este escenario de medidas sin acatarse y mensajes contradictorios, cabe señalar, han abonado las diferencias y actitudes soberbias de Silvano Aureoles Conejo, gobernador estatal, y Raúl Morón Orozco, el alcalde morenista de Morelia, al imponer cada cual su visión respecto a medidas anunciadas por uno y otro lado, sobre todo en cuanto a contener la movilidad en espacios públicos como plazas, tianguis y eventos públicos, de los que, como el festejo guadalupano y su romería de vendedores, se han acordado cambios de lugares para su realización pero no su prohibición plena, como fue el caso de la vendimia con motivo de los festejos guadalupanos.
Apenas este sábado 26 de diciembre, el Comité Municipal de Salud de Morelia acordó con autoridades estatales la aplicación de 11 medidas para aplicarse en Morelia y buscar impedir el aumento de casos, mientras que se observa una saturación en los espacios hospitalarios, aunque contradictoriamente anuncia la autorización para llevar a cabo un Tianguis del Juguete y la permisividad a negocios no necesariamente esenciales como son los centros comerciales y límites para que operen hasta las 19:00 horas pero solamente los fines de semana.
No obstante que se aplica el cierre vehicular hacia el primer cuadro de la ciudad, la paradoja es que sigue la concentración de personas y la apertura de negocios no esenciales como zapaterías o tiendas de ropa. Un caso singular se vivió el pasado domingo y lunes, donde los payasos que siguen actuando varios días a la semana en la Plaza de Armas, congregaron a cientos de paseantes que se arremolinaron para ver sus paseantes.
El riesgo de actuar sin previsiones a futuro, lo evidencian varios eventos ya anunciados para el año próximo, como ocurre con la Secretaría de Cultura de Michoacán, que anticipa para febrero la Feria del Libro, a realizarse en la Casa de la Cultura, donde se invita a la asistencia al público “siguiendo los protocolos sanitarios que señalen las autoridades, en un horario de 10 de la mañana a 6 de la tarde”, según consigna el comunicado 477/2020 del gobierno estatal.
Otra de estas contradicciones se encuentra en que, pese a que el Semáforo Naranja lo impide, bares y antros han estado funcionando en Michoacán -o al menos en la capital estatal-, en el transcurso de la pandemia, no obstante el control que pareció implementarse en los primeros meses a partir de marzo con la llamada cuarentena. Según las medidas acordadas por el Comité Municipal de Salud, el horario de funcionamiento en estos lugares tiene un tope hasta las 19:00 horas…
Otros escenarios de riesgo los representan los tianguis populares que funcionan en varias zonas de la ciudad, que se instalan prácticamente a diario, donde las aglomeraciones son constantes y sin distancia alguna incluso entre los oferentes, con ninguna observancia sobre el flujo de las personas y apenas un goteo con gel antibacterial al acceder como única “medida de protección”, ya que no se hace observación alguna o se impide el paso a quienes no portan cubrebocas.
El caso más visible de las ambigüedades lo representa el transporte público, donde pese a que desde el inicio de la pandemia se habló de coordinación entre autoridades y transportistas, lo real es que la misma luce por su ausencia, como se constata con las unidades llenas al tope y no sólo en las llamadas “horas pico”, donde los choferes no hacen el mínimo gesto ante la gente que aborda sin portar el cubrebocas, pese a lo ostensible de los lemas en ventanillas de la unidad que advierten que su uso es obligatorio. La nueva medida aborda que el aforo en el transporte debe de ser de un 50 por ciento máximo de capacidad, lo que no ocurre desde el día en que inició la aplicación de las medidas anunciadas, es decir desde el domingo 27 del mes.
¿Cuáles son las nuevas medidas en Morelia?
1.Cierre de actividades no esenciales y centros comerciales a las 19:00 horas, sólo los fines de semana, los viernes, sábados y domingos y sólo hasta enero del año próximo.
2.Cierre vehicular del primer cuadro desde el domingo 27 de diciembre, medida prevista también hasta enero.
3.Prohibidas las fiestas en salones, “y otros recintos públicos y privados”, al igual que realizar fogatas en la vía pública “y jaripeos”.
4.Pruebas rápidas de antígeno para covid-19, en la Clínica habilitada en la Colonia Primo Tapia.
5.Vigilancia en la venta de bebidas alcohólicas, limitada hasta las 19:00 horas.
6.Coordinación entre autoridades estatales y municipales, para la instalación del Tianguis del Juguete.
7.Puntos de revisión itinerantes al transporte público, para constatar 50 por ciento de ocupación y el uso de cubrebocas.
8.Campaña de comunicación para promover las medidas aprobadas.
9.Fomentar “corresponsabilidad” de comerciantes para promover “uso estricto” de cubrebocas y sana distancia, que “de no cumplirse se aplicarán las sanciones pertinentes pudiendo llegar hasta el cierre del establecimiento”.
10.El cumplimiento de los acuerdos se vigilará con la actuación de Seguridad Pública y la Guardia Nacional.
11.Evaluación semanal de riesgo, “conforme a la evidencia estadística para la toma de decisiones y ajuste de las medidas”.
Fotografías: Wendy Rufino.