Autor con una influencia moral, más en cercanía con la poesía que con la tecnología y convocante de dudas metafísicas, este 22 de agosto se cumple el centenario del nacimiento de un autor vital en la literatura.
Raúl López Téllez
En los años cincuenta del siglo pasado, una revista publica en partes la historia de unos bomberos que queman libros.
Es 1954. La novela es Fahrenheit 451 y su autor tiene 34 años de edad: Ray Bradbury, un referente vital en la ciencia ficción.
Ray Bradbury nació en Waukegan, Illinois, un 22 de agosto, por lo que hoy cumpliría cien años de nacido. Fahrenheit 451 ha sido para los especialistas en literatura de ciencia ficción, una de las obras fundamentales del género y que, en el contexto de su aparición, fue influida por el clima de espionaje y delación del Macartismo (movimiento del senador McCarthy contra personajes públicos liberales o simpatizantes con el comunismo), la guerra fría y una cultura popular que exaltaba a la vez las historias policiales mientras naves surcaban los cielos en un mundo futurista de rayos láser.
En 1934, después de un rebote aquí y allá, la familia se estableció en Los Ángeles. Por la estrechez económica en que vivían, Ray no pudo asistir a la universidad y entre sus empleos estuvo el de vender diarios, por lo que el ímpetu de ser autodidacta estuvo en sus anhelos juveniles. Tras largas horas publicó sus primeras narraciones en 1940.
Crónicas marcianas, es otro de sus conocidos títulos. Fahrenheit 451, se publicó por partes en el año 1954 en la revista Playboy, sin sospecha de como el título, junto a 1984 (George Orwell) y Un mundo feliz (Aldous Huxley), sería parte de “la santísima trinidad de las distopías futuristas”, según refiere Jaime García Cantero en El País.
Si para muchos, Bradbury despierta angustias metafísicas, a Jorge Luis Borges le llevó a cuestionarse: “¿qué ha hecho este hombre para que episodios de la conquista de otro planeta me pueblen de terror y de soledad? ¿Cómo pueden tocarme estas fantasías, y de una manera tan íntima?”
Bradbury, de quien en reconocimiento a su influencia un asteroide lleva su apellido, murió el 5 de junio de 2012.
Bradbury en sus frases
“Mis libros son fábulas morales que quieren escucharnos a evitar los errores del pasado. Si alguna vez llegamos a Marte, lo tenemos que hacer mejor y no llevar allá nuestros pecados”.
“Mi primera pasión fue el cine y los cómics de ciencia ficción. Fui un niño extraño que soñaba con dinosaurios y las arquitecturas futuristas de Flash Gordon”.
“A los veinte años empecé a escribir Crónicas marcianas, luego vino Fahrenheit 451. Son obras que no quieren ser profecías, sólo fábulas morales”.
“Las tecnologías que antes imaginábamos son hoy un hecho, están cambiando nuestras vidas y tenemos que seguir pensando en ese futuro permanente”.
Lo que Bradbury anticipó:
-Las pantallas planas, como se describen en Fahrenheit 451.
–Los teléfonos celulares de alta tecnología.
-El sabueso mecánico, recién producido en una universidad japonesa.
Imágenes tomadas de Internet.