Atrás de la caída de las hojas existe un proceso regido por el clima y ante condiciones desfavorables para la planta, señala esta colaboración de octubre del 2017 en Cienciario.
Rafael Salgado-Garciglia
En otoño empezamos a ver caer las hojas de algunos árboles y se empiezan a acumular en las calles de la ciudad, en los parques y en los bosques en general. Solamente los árboles clasificados como caducifolios, del latín cadere y folium, que significa “caída de hojas” o también “hojas caducas”, pasan por este proceso de pérdida de las hojas, aunque otros árboles las pierden en diferentes épocas del año, según las condiciones del clima. En otoño ¡las hojas de los árboles caducan!
Los árboles que pierden las hojas durante esta estación, coincide con la proximidad de la llegada del invierno, la estación más fría en los climas templados de nuestro planeta, considerada una época desfavorable para las plantas. Pero antes de que las hojas caduquen, en varias especies de árboles podemos ver un cambio en las tonalidades de las hojas, ya sea en verde, naranja, amarillo e incluso rojo o marrón, para caer finalmente. En árboles como el arce, más conocido como “árbol de maple” (Acer canadensis) y otras especies de Acer, de tilo (Tilia spp), de liquidambar (Liquidambar spp) y de encinos o robles (Quercus spp), entre otros, es una verdadera belleza ver los colores que toman sus hojas, durante el progreso de la caducidad, también denominada senescencia o envejecimiento de las hojas.
¿Por qué las hojas caducan?
La explicación más simple es que al final del otoño y en invierno, las hojas dejan de ser útiles para estos árboles, debido a que en esta época, el proceso de la fotosíntesis disminuye drásticamente al haber menos horas luz, bajas temperaturas y poca disponibilidad de agua. Las hojas caen para que los árboles entren en un estado latente o de reposo, con el objetivo de sobrevivir en las condiciones climáticas del invierno. La luz solar y el agua son los elementos principales para que las plantas sobrevivan, cuando uno de éstos disminuye, en las plantas ocurren mecanismos que llevan a un mínimo uso de la energía hasta que las condiciones ambientales sean favorables. Durante la latencia, los procesos fisiológicos como la fotosíntesis, la transpiración, la toma de agua por las raíces y por supuesto, el crecimiento, se ven disminuidos o simplemente no se realizan.
Sin embargo, entender los mecanismos de por qué las hojas caducan, no es tan sencillo si lo explicamos en términos fisiológicos, describiendo la función de los reguladores del crecimiento vegetal –las fitohormonas de las plantas–, como las auxinas, las citocininas, las giberelinas, el ácido abscísico (ABA) y el etileno. Durante el otoño, en las hojas se produce el ABA que promueve la senescencia de la hoja y el etileno reduce el transporte de la auxina, favoreciendo el desprendimiento de la hoja del tallo. El ABA se acumula en las yemas viejas y nuevas, evitando el desarrollo de los brotes, deteniendo el crecimiento en general de las plantas. Si los brotes se desarrollaran en invierno, éstos morirían. Finalmente inicia la degradación de clorofila, terminando con la abscisión o caída de la hoja.
Si las hojas no cayeran de los árboles caducifolios durante el invierno, el agua que contienen se congelaría y éstas se dañarían. Además, al estar presentes las hojas, seguiría realizándose la transpiración sin que ocurra el transporte de agua y nutrientes, lo que puede llevar a la muerte de los árboles.
Función de la clorofila en las hojas caducas
La clorofila predomina en las hojas verdes y es el pigmento más importante en las plantas, porque tiene la función de absorber la luz necesaria para realizar la fotosíntesis. La clorofila absorbe sobre todo la luz roja, violeta y azul, y refleja la verde –por eso vemos la hojas de este color–. La clorofila solamente es producida cuando las temperaturas son cálidas y hay suficiente luz solar como en primavera y verano, aunque en estas estaciones, la clorofila se descompone rápidamente, ésta se forma continuamente. Cuando los días se acortan y las noches son más largas (menos horas luz), la producción o síntesis de clorofila disminuye hasta que detiene.
Cuando la clorofila desaparece en las hojas, se observan otros colores de pigmentos enmascarados, responsables de las diferentes tonalidades de las hojas, colores característicos según la planta. Estos pigmentos son de diferente naturaleza química, en las hojas que predominan los colores rosados, rojizos o azulados, se debe a la presencia de antocianinas; el color amarillo y naranja, es por las xantofilas y carotenoides; y el marrón, por el contenido de taninos. También por la acumulación de azúcares en las hojas, los colores suelen ser más brillantes.
Cuando veas el cambio de color y la caída de las hojas de un árbol caducifolio, sabrás que se debe al proceso de caducidad o senescencia de esas hojas.
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Imagen, Pixabay.