“La pandemia de Covid-19 nos lo está mostrando con toda su crudeza: miles de personas manifestándose contra el uso de mascarillas en el espacio público, resistencia al uso de una vacuna que ni siquiera existe, bulos circulando por miles en las redes sociales y miles de productos milagro que ofrecen ´curas´ mágicas y que incluso constituyen un riesgo enorme para quien los use”.
Horacio Cano Camacho
Imaginen que a estas alturas del partido tenemos que explicarle a la gente que la Tierra no es plana; que los humanos hemos llegado a la Luna; que, para nuestra desgracia, el cambio climático es real o que debamos hablarle sobre la expansión del universo o que la evolución es un hecho y por estos días, aún más grave, intentar explicar que la vacunas realmente funcionan y son uno de los mejores recursos que tenemos para luchar contra las enfermedades…
A pesar de que los temas científicos y tecnológicos dominan cada vez más el diálogo mundial y son aspectos todos sobre los que se nos pide, como ciudadanos, tomar decisiones, estamos asistiendo al resurgimiento de ideas que creíamos derrotadas por la ciencia hace mucho tiempo.
La mayoría de ellas podrían parecer inocuas, si no fuera porque constituyen parte de un sistema que se resiste al pensamiento racional. Así, podemos notar que muchas de estas creencias y teorías de la conspiración van sucediendose y potenciandose entre los mismos grupos y van ligadas a cosas como el chauvinismo, la exclusión de los diferentes o la discriminación abierta de “los otros”.
Existe una idea, por desgracia muy generalizada entre los científicos, de que estos grupos pueden cambiar de opinión por la fuerza de los hechos. Que proporcionarle simplemente más y mejor información a la gente mejora su opinión y su toma de decisiones y la pura presentación de hechos científicos e informes de expertos influye en la opinión pública y puede modificar sus actitudes frente a temas complejos como el calentamiento global o la biotecnología.
Pero la realidad nos muestra que no es tan simple. La pandemia de Covid-19 nos lo está mostrando con toda su crudeza: miles de personas manifestandose contra el uso de mascarillas en el espacio público, resistencia al uso de una vacuna que ni siquiera existe, bulos circulando por miles en las redes sociales y miles de productos milagro que ofrecen “curas” mágicas y que incluso constituyen un riesgo enorme para quien los use.
Es posible que abrumar con datos y cifras a la población y mostrar de esta manera su ignorancia resulte contraproducente. Por ello es importante una “celebración” que el día lunes 28 de septiembre se realiza por vez primera: El Día Mundial de la Cultura Científica o como muchos lo han reconocido, el Día Mundial de la Divulgación de la Ciencia. Y llamarle Día Mundial de la Cultura Científica no es casual, busca enfatizar una manera distinta de acercar la ciencia a la población como un componente integral de la cultura, y que como tal, forma parte del patrimonio de la humanidad, y por lo tanto, esta tiene el derecho a acceder al conocimiento científico y los beneficios potenciales que de él deriven.
Otro aspecto importante de la denominación de la celebración es aportar, desde la divulgación, una manera diferente de acercar el conocimiento a la sociedad. Alejándose de esa práctica mencionada antes de simplemente “aportar” datos y datos, esperando que estos convenzan o sensibilicen sobre la importancia de la ciencia. Esto implica una forma distinta de comunicar la ciencia a la población ajena a los claustros científicos o tecnológicos.
Para lograr una comunicación efectiva requerimos contextualizar muy bien nuestro mensaje y analizar debidamente la (aparente) dicotomía: datos y hechos contra emociones y empatía. Así, la divulgación de la ciencia ha buscado armarse de las técnicas de la comunicación más adecuadas para llevar el conocimiento científico de una manera más eficaz a la sociedad.
Por ello es importante este día: la divulgación de la ciencia, como componente estratégico de esta, es una herramienta para estimular el pensamiento crítico, el interés por el conocimiento y los métodos de la ciencia entre todas las comunidades.
Con estas reflexiones en mente, nos reuniremos un grupo de divulgadores y científicos para reflexionar y conversar sobre nuestra experiencia y retos. Lo haremos de manera pública y te invitamos a reunirte con nosotros en el espacio virtual, a traves de la página de facebook Saber Más, Revista de Divulgación o a través de la página del Departamento de Comunicación de la Ciencia. Los esperamos este lunes 28 de septiembre a las 19:00.
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