“Hay más de 3 mil especies de cucarachas y por dos o tres que pueden resultar dañinas, todas han perdido… Las arañas se encuentran entre las que más sufren nuestra incomprensión. Hay 43 mil especies en todo el mundo y solo alrededor de 30 tienen veneno realmente dañino para los humanos (y solo dos de ellas viven en México).”
Horacio Cano Camacho
En casa vive una araña. Tejió su tela entra las “hojas” de una cica y allí espera pacientemente a que caiga un insecto, que será su alimento. La araña realmente es bonita, un cuerpo muy estilizado y colores dignos del mejor traje de superhéroe. Hoy por la mañana la estaba mirando y pensé inevitablemente en nuestra relación con estas criaturas.
Frecuentemente me mandan fotos de arañas a mi propio teléfono, preguntando si no es peligroso ese animal que muestran. Yo nos soy especialista en arañas, serpientes, ni prácticamente en ningún “bicho”. A menos que ciertos hongos fitopatógenos califiquen en esa categoría, de manera que recurro a mi directorio de verdaderos especialistas.
Seguro ya los tengo enfadados. Les he mandado fotos de arañas candidatas a violinistas, culebras que parecen cobras y hasta de potenciales “grillos niños”. Nunca he sabido que son estos últimos y durante mis clases de zoología jamás los revisamos, pero la gente está muy cierta de su existencia y su hipotética peligrosidad…
Me gusta que pregunten, aunque parezca un incordio, ya que le refleja que mucha gente está generando conciencia sobre la necesidad de respetar a cualquier criatura y mejor indaga antes de tomar acciones drásticas. Sin embargo, seguro son mayoría los que sin saber ni preguntar, aplastan a todo cuanto se arrastra, vuela o reposa tranquilamente en su casa o jardín. Curiosamente nadie me ha mandado la foto de un mosco, una chinche o de muchas personas circulando estos días sin mascarilla y sin sana distancia o haciendo fiestas. Esos si son seres potencialmente peligrosos…
Le tenemos un pánico terrible a “los bichos”. Nos han enseñado que a todo lo que se mueve hay que ajusticiarlo. En nuestro entorno, cualquier cosa que se mueva está condenada a morir porque “puede resultar peligrosa”. Y hasta lo verdaderamente peligroso lo sobredimensionamos, como una araña que nos perseguirá por todos lados para “picarnos”.
Desde niños nos enseñan que las arañas, las lagartijas, los gusanos, las cochinillas de humedad, son un peligro y los hacemos victimas de nuestra ignorancia o, mejor dicho, de la ignorancia de los adultos.
Hay más de 3000 especies de cucarachas y por dos o tres que pueden resultar dañinas, todas han perdido… Las arañas se encuentran entre las que más sufren nuestra incomprensión. Hay 43 mil especies en todo el mundo y solo alrededor de 30 tienen veneno realmente dañino para los humanos (y solo dos de ellas viven en México). Ahora, que tengan veneno no significa que nos piquen. Las arañas suelen ser animales muy tímidos, que solo nos atacarán si invadimos sus madrigueras y territorios, si nosotros las amenazamos. Lo mismo podemos decir de la mayoría de las plantas y animales “peligrosos”.
Todo esto viene a cuento porque quiero recomendar un libro sobre este tema. Se trata de un libro para chicas y chicos. Plantas y animales terribles, de Dino Ticli, ilustrado bellamente por Andrea Antinori (Siruela, colección Nos gusta saber, 2019. ISBN 9788417624965). Este libro nos cuenta las “historias de los seres más peligrosos, horribles y venenosos del mundo…”. Viene a cuento porque lo compré en la pasada FIL, y lo recordé ahora que solo está en la pantalla por la pandemia.
Este libro es una escalofriante, divertida e ilustrativa exploración del mundo natural. Porque hay que entenderlo, la naturaleza es terrible, pero hermosa. Podemos encontrar plantas carnívoras, reptiles que lloran lagrimas de sangre, flores seductoramente venenosas, arañas que paralizan a sus presas para luego comerlas, peces eléctricos, tiburones con dientes gigantes…
Y es que la naturaleza es todo, menos sutil. Cuando vemos los estilos de vida de multitud de organismos, formas de alimentación, interacciones con otros seres, resulta espeluznante, pero maravillosa. Son historias que todos, comenzando por los más chiquitos, deberíamos conocer porque son manifestaciones reales de la naturaleza. Esa naturaleza que debemos proteger como condición para nuestra propia sobrevivencia. Ignorarlo, ha causado la destrucción de muchos hábitats naturales y la extinción de diferentes especies, algunas de las cuales están desapareciendo sin que tengamos un registro mínimo.
El libro está construido con un enorme rigor científico, pero de una manera tan atractiva como escuchar un buen cuento de terror, ilustrado de manera muy atractiva con dibujos originales y títulos provocadores: la higuera estranguladora, la araña escupidora, la chinche asesina, la planta vampiro, el árbol de la muerte, el caracol killer, el pez vampiro, la planta mataburros. 31 narraciones verdaderamente irresistibles para conocer y conversar.
Cuando yo era niño, me encantaba escuchar historias de terror. Los narradores solían ser adultos “cuenteros” que sabían llamar nuestra atención, provocar un estremecimiento gozoso y ponernos alertas durante horas. Era un miedo que devenía en placer… Ahora imaginemos que esas narraciones son, no sobre aparecidos, ahorcados, animas en pena, sino sobre hechos rigurosamente ciertos… Yo hubiera sido inmensamente feliz con un libro así, por que además de ilustrarme, me daría un discurso de éxito frente a los otros chicos. ¡Ya me imagino!
Una pequeña muestra: Las arañas escupidoras. “Es verdad, se les llama arañas escupidoras, pero que nadie vaya a pensar que se pasan el día haciendo competiciones de escupitajos: no sería muy educado y malgastarían inútilmente energía y preciosos recursos. Las arañas, tanto las escupidoras, como las no escupidoras, solo piensan en tres cosas: ¡comer, comer y comer!…”
Léase este libro y, mejor, regálelo a sus hijos. Es un maravilloso libro de “terror” y seguro usted lo disfrutará igualmente.
Fotografía: Pawel Grzegorz | Pixabay
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