Una explosión real de más de 500 mil veces la masa de la Tierra y de 20 kilómetros de diámetro, sin duda agota la imaginación de quien está dispuesto a que el Universo sea más que complaciente con fenómenos extraordinariamente extremos que escapan a nuestro pleno conocimiento.
Emilio León
A los seres humanos siempre nos ha gustado llevar las cosas al extremo; desde deportes de alto riesgo hasta series de tiras cómicas que giran alrededor de seres humanos, e incluso extraterrestres, con habilidades sobrehumanas con las que nosotros los mortales sólo podemos soñar. Entre otras cosas, pienso que el interés en situaciones fuera de lo común de muchos de nosotros se debe a la curiosidad que sentimos hacia lo desconocido, ya que situaciones extremas deben tener consecuencias igualmente extraordinarias.
Tal parece que el universo es más que complaciente con nuestra curiosidad, dándonos muchos ejemplos de fenómenos tan extraordinariamente extremos que no podemos comprender la magnitud de estos. Este es el caso de las estrellas de neutrones.
Cuando una estrella que es lo suficientemente masiva (muchas veces más masiva que el Sol) agota su combustible nuclear y se contrae sobre sí misma debido a su gravedad, ocurre una explosión llamada Supernova. Es tan grande que brilla más que una galaxia entera. El núcleo y partes de las capas exteriores de la estrella que no salieron despedidas en la explosión, están tan comprimidos que la recién formada estrella de neutrones contiene 500,000 veces la masa de la Tierra en una esfera de aproximadamente 20 kilómetros de diámetro. Una sola cucharada de esa materia comprimida pesa millones de toneladas.
Debido a la increíble masa y diminuto tamaño de estos objetos celestes, su gravedad es increíblemente fuerte. Esta es la fuerza que comprime tan intensamente la materia hasta crear fenómenos fascinantes y misteriosos, algunos de ellos son incluso una incógnita para la ciencia moderna. La gravedad tan intensa acerca a los electrones y protones de los átomos hasta que se fusionan y se vuelven neutrones, por lo tanto, las estrellas de neutrones están formadas en su mayoría por estas partículas y de ahí su nombre.
Las estrellas de neutrones y los planetas comparten algunas características, como el tener capas o cortezas. Su capa más externa es una superficie uniforme y “suave”; las protuberancias más grandes sólo miden unos 5 milímetros. Debajo de esta capa se encuentra otra en donde los núcleos de los átomos se tocan y entre más profundo estén comienzan a formar estructuras como espagueti, más profundo aún y los espaguetis dan paso a pequeñas capas como si de lasaña se tratara; debido a esto los científicos le llaman a este curioso estado de la materia pasta nuclear. La pasta nuclear es tan densa que se cree que puede ser el “material” más fuerte del universo, casi imposible de romper.
Eventualmente, debajo de la pasta, llegamos al núcleo de la estrella de neutrones. Aquí los neutrones se encuentran tan juntos que no sabemos cómo se comporta la materia. Los neutrones podrían disolverse en un mar uniforme de partículas aún más diminutas llamadas quarks, que son los bloques de construcción de toda la materia; este mar se llama plasma quark-gluón. También podría ser que algunos de estos quarks se conviertan en un tipo de quark llamado quark extraño, creando así un nuevo estado de la materia llamado materia extraña, tan fascinante que amerita su propio artículo. Aún con estas teorías, el núcleo de las estrellas de neutrones sigue siendo un misterio.
Existen un par de tipos de estrellas de neutrones:
Están los conocidos púlsares, que no son más que estrellas de neutrones que expulsan jets o chorros de materia y radiación que, al girar, parecen faros dando pulsos de luz en la oscuridad de la noche. Púlsares normales giran de 0.1 a 60 veces por segundo, mientras que los ultra-rápidos giran 700 veces por segundo.
El campo magnético de la Tierra tiene una intensidad de aproximadamente 1 gauss, el del Sol alrededor de unos cientos de gauss… el de una estrella de neutrones es de billones de gauss. Sin embargo, hay un tipo de estrella de neutrones con un campo magnético miles de veces más fuerte que el promedio; estos se conocen como magnetares y ganan la competencia de “el cuerpo celeste con el campo magnético más fuerte”. Su campo magnético es tan fuerte que, si estuvieras relativamente cerca, afectaría los enlaces químicos de las moléculas de tu cuerpo y podría arrancarte el hierro en tu interior o incluso hacer que los enlaces no sean posibles, desintegrando tu cuerpo. Realmente escalofriante.
En conclusión, la naturaleza puede ser más descabellada que nuestras ideas más locas y, como dice la frase, “la realidad supera a la ficción”.
Imagen: NASA.
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Próximamente seré estudiante de Física en la UNAM (empiezo este nuevo semestre). Tengo 19 años y me gusta leer, desde novelas de García Márquez hasta libros de ciencia como los de Kip Thorne; aprender nuevas cosas, escribir, programar, escuchar música. En cuanto a temas científicos, me interesa principalmente la astrofísica y la física teórica (Relatividad y Mecánica Cuántica). |