“Las relaciones con lo diversidad de animales es incompleta, tenemos un conocimiento pobre, egoísta y con un panorama desolador. No tenemos claridad de que conocer más y entender ese otro 90% nos puede ayudar a librar epidemias, hambrunas y otros males del antropoceno. Somos también fauna, somos parte de la maquinaria de los ecosistemas”.
Martina Medina
¿Quién no ha probado unas ricas galletas con figuras de animalitos? ¿Ponerlas en el café con leche? Imagino que la mayoría de nosotros acompañábamos a la mamá a las compras del supermercado, y no olvidábamos nuestra bolsa repleta de galletas, son de las económicas, sencillas, sin relleno ni dulce adicional. Llegando a casa no pocas veces poníamos una hilera de galletas para tratar de adivinar que representaban, ¿a cuáles animales encontraron ustedes?
Si observamos algunos de ellos o si consultamos en alguna página de internet, nos dice que los animales varían en tamaño, desde unas pocas células hasta organismos que pesan toneladas, como el calamar gigante o una ballena azul. Pero, ¿cuáles son los más diversos? Debemos darle la razón a los entomólogos, ya que la mayoría de las especies de animales que habitan en nuestro planeta son ¡insectos! Otros grupos como los moluscos, crustáceos y nematodos también son especialmente diversos, simplemente podemos echar un vistazo al jardín. Según esta medida, nuestro propio grupo, los vertebrados, es relativamente intrascendente desde una perspectiva de diversidad.
Si en el contenido de esa bolsa de galletas estuvieran todos los animales que hasta el momento se han descubierto, se calcula que serían 1.9 millones. La Enciclopedia de la vida EOL, por sus siglas en inglés, menciona que se cree que podrían existir tantas como 8.7 millones de especies vivas o más, menudo trabajo por hacer de los zoólogos.
¡También se sabe que el 99 por ciento de todas las especies que han existido alguna vez en toda la historia de la tierra están extintas! En este sentido, la potencialidad de encontrar especies que pueden ayudar a los seres humanos es increíble… es encontrar en nuestra bolsa de galletas algo inimaginable, rico y sabroso ¡Pero los investigadores advierten que muchas de las especies desaparecerán antes de ser identificadas!
Para México, tomando los datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), con las listas más actualizadas, tenemos lo siguiente: insectos 47 mil 853; Arañas y alacranes 5 mil 679; caracoles, almejas y pulpos 4 mil 100; cangrejos y camarones 5 mil 387; Peces 2 mil 692. Díganme si han encontrado alguno de ellos en esa sabrosa bolsa, antes de que se derrita en mi vaso de leche fría.

Y así podemos ir contando historias alrededor de estas galletas de animalitos, por cierto casi siempre descubrimos algo parecido a un caballo, una vaca, un cerdo, o un…? Porque había algunos a los que no encontrábamos forma, ¡eso era un caso para un buen zoólogo¡ Un zoólogo se dedica a mostrarnos toda la variedad de vida animal, en todas sus expresiones y procesos. Desde los primeros en aparecer hasta los actuales y de cómo se han ido modificando a través de la historia de nuestro planeta. Debido a esa gran diversidad y riqueza de formas y origen, los zoólogo se separan por el grupo que estudian, los que se dedican a estudiar mamíferos son Mastozoólogos; de anfibios y reptiles, Herpetólogos; de peces, Ictiológos; aves, Ornitólogos; insectos, Entomólogos; por su forma de vida los parasitólogos, entre muchos más.
Es labor de los zoólogos saber del origen y distribución de las especies, de establecer sus características que lo definen y separan entre una u otra. Son estos investigadores quienes nos han explicado de donde provenían las especies de murciélagos, los pangolines y otras especies del mercado de Wuhan en China, a partir de diciembre del 2019, especies de mamíferos que han sido estudiados para determinar la vía de contagio del SARS-COv-2 que nos tiene en medio de una pandemia.
De entre los diferentes estudios que llevan a cabo los zoólogos, hace miles de años, revisando en el tiempo han descrito la relación de la fase cazador-recolector del hombre, recolectando diferentes especies de plantas e ingeniosamente elaborando herramientas para cazar un buen mamífero rumiante. Por esos tiempos prehistóricos se sabe de los primeros indicios de la domesticación, de cuando inicia por ejemplo nuestra relación con nuestros bellos perros, los “lomitos”, ¿seguro estaban en la bolsa de galletas o no? Nuestros estudiosos de la zoología nos explican que nuestros peludos compañeros son la subespecie Canis lupus familiaris, de la especie de los lobos Canis lupus, que pertenecen a la familia Canidae y que en la actualidad lo que tenemos ahora son tantas variedades, modificaciones y manipulación genética de tal forma que podemos elegir entre los cientos de razas de perros. De esta relación y del proceso de domesticación, tenemos otro aspecto de la zoología con la vida diaria, las especies que consumimos casi a diario. Nos dan cuenta que han sido motivo de estudios, que relacionan el origen y diversificación, de su manejo genético, de tal forma que nos han llevado a tener carne en menor tiempo, hasta tener en la actualidad grandes extensiones de granjas para alimentar a la humanidad con los cerdos, las vacas y las aves. ¿Alguna receta les trae a la mente? Mientras yo sigo comiendo galletas…

El pollo que conocemos hoy, desciende de un ave de corral silvestre que procede del sudeste asiático y que ha cambiado tanto que es una versión casi irreconocible de sus ancestros. El ave fue domesticada por primera vez hace alrededor de 8,000 años y se esparció rápidamente por el mundo como fuente de carne y huevos. En la actualidad, por el aumento de la demanda mundial de alimentos, hay 23.000 millones de especies de pollos en el planeta, ¡más de tres veces la población humana¡
Pero aquí tenemos que señalar algo sumamente importante, existen alrededor del mundo cazadores de especies exóticas; puedo apostar que en cada país habrá un mercado donde se oferte carne o especies traídas de otros confines. En la CDMX encontramos el mercado San Juan, donde se vende desde carne de león, cocodrilo, jabalí, entre otros.
Igualmente puede buscar en el directorio de restaurantes de comida exótica y seguramente encontrará una lista de deliciosos platillos con especies de África o Asia. Igual podemos encontrar en nuestra bolsa de galletas de animalitos un elefante o un cocodrilo, ¿los ha probado? Menuda relación desde nuestros ancestros con las especies silvestres y su forma de domesticarlos.
Actualmente los efectos humanos producto del desarrollo, dominan los regímenes ecológicos y climáticos actuales y que han traído graves consecuencias tienen raíces profundas. Los orígenes y la expansión de la agricultura y de la domesticación, durante el Holoceno (unos 11,000 años atrás), se ven cada vez más como un punto de inflexión para la interacción entre el humano y la parte ambiental, la salud, la nutrición, las enfermedades y la creciente complejidad social. La introducción de plantas y animales domesticados hace 8,000 años fue la primera introducción intencional documentada de nuevas especies por parte de los humanos, que inició a su vez una larga historia de tala de bosques, fragmentación del hábitat y nuevas relaciones ecológicas que son parte de las discusiones actuales sobre conservación y biodiversidad. Se argumenta que el ganado vacuno, ovino, caprino y porcino probablemente eran genéticamente diversos al momento de la introducción y contribuyeron a un aumento neto inicial en la biodiversidad de especies animales. La zoología y ecología histórica sobre estos temas ayuda a caracterizar la capacidad de recuperación y resalta cuestiones relacionadas con la biodiversidad antigua y puede resultar útil para la comprensión actual de los problemas de conservación. Los estudios que se centran en las historias ecológicas y los impactos humanos en entornos pasados son cada vez más importantes para comprender plenamente la velocidad, la intensidad y el alcance de los desarrollos en la actualidad ante los problemas del siglo XXI.

Es por esto que diferentes investigadores a nivel mundial, nos han advertido que nuestro desarrollo depende casi exclusivamente de especies, la comida que nos comemos, el aire que respiramos, el agua que tomamos. Entendiendo que todos estos servicios se obtienen del 10 por ciento de las especies que conocemos, y que el 90 por ciento está por descubrir, nos advierten que tenemos un desconocimiento completo del sistema de nuestro soporte de vida como especie. Por lo que resulta especialmente importante conocer la cantidad de especies en lo inmediato, porque la actividad humana y su influencia tienen un impacto en la aceleración de la extinción. Es ver como se acaba mi bolsa de galletas de animalitos y no hacer nada para mi próxima cena…
El hombre se ha dedicado a medir cuántas hectáreas tenemos para agricultura, cuántos libros tenemos en las bibliotecas, cuánto de muchos bienes o servicios considerados satisfactores de lujo, pero que no conozcamos con cuántas especies compartimos nuestro planeta es inconcebible. Las relaciones con lo diversidad de animales es incompleta, tenemos un conocimiento pobre, egoísta y con un panorama desolador. No tenemos claridad de que conocer más y entender ese otro 90% nos puede ayudar a librar epidemias, hambrunas y otros males del antropoceno. Somos también fauna, somos parte de la maquinaria de los ecosistemas.
Bien terminaré mi bolsa de galletas de animalitos… ¿Gustan?, ¿alguno quiere ser zoólogo?
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