Mensajes confusos abonan para que a partir del primero de junio la “Nueva Convivencia” establecida por el gobierno estatal, reabrieran sin control comercios y actividades no esenciales, incluidas salas de cine, no obstante que ese rubro no se contempla aun en la semaforización que marca el gobierno federal para entidades en Rojo, como lo está todo el país…
Raúl López Téllez
En la realidad de la “nueva convivencia”, o sea aquí en Michoacán, cabe de todo, incluso cines abiertos y la inminente reanudación de actividades en bares, gimnasios y espectáculos el próximo fin de semana, según lo disponen autoridades estatales y del Ayuntamiento de Morelia, disposiciones que cabe decir, van en contra de la semaforización en Rojo que plantea la federación, los de la “nueva normalidad”, y que impide tales medidas.
Así está el escenario en el que los mensajes oficiales confunden, trenzados cada cual en su ejercicio del poder: Silvano Aureoles Conejo, parte del bloque de gobernadores que no aceptaron presuntamente las disposiciones oficiales, dispuso que acá en vez de semáforos hubiera banderas de alerta, aunque con los mismos colores que dispuso la Secretaría de Salud; aquí se llama la etapa de reanudación presuntamente parcial de actividades, como “Nueva Convivencia”, en contra de la “Nueva Normalidad” del gobierno de López Obrador…. Y el gobierno municipal, emanado de Morena, el partido oficial, pues señaló que no acataría las disposiciones del orden estatal, ni sancionaría violaciones al confinamiento ni mucho menos a comercios, tanto así que no hubo empacho en la reapertura de salas de cine de la Organización Ramírez el pasado fin de semana.
Lo cierto es que las medidas se relajan cada vez más, no obstante los llamados de alerta de autoridades sanitarias, incluso la del estado, que reconoce que Michoacán se encuentra en el punto más alto de la pandemia. De hecho se han mantenido en operación negocios que pertenecían a rubros no esenciales, tiendas de ropa por ejemplo o de servicios como Woolworth, incluso bajo el decreto emitido por Aureoles Conejo en abril para concluir en mayo y que presuntamente pretendía normar el aislamiento aun con sanciones, a las que se opusieron algunos grupos cuyas peticiones de amparo no prosperaron y sí fue el punto para que la emergencia sanitaria se politizara: el alcalde Raúl Morón Orozco, por ejemplo, dispuso que no se acatarían las disposiciones del gobierno estatal.
Tianguis, al igual que el transporte público, se han mantenido desde marzo sin control alguno respecto a control en los accesos y basta ver las unidades en ciertos horarios, saturadas de pasajeros a quienes no les queda otra que arremolinarse con todo y riesgo para su traslado.
Hay que agregar que a partir del primero de junio, el arranque de “Nueva Convivencia” en Michoacán y “Nueva Normalidad” para el país, pareció ser el banderazo de salida para que aumentara el flujo de vehículos y ciudadanos, incluso con el abandono ya del cubrebocas o del gel antibacterial, al igual que la apertura sin freno y sin mediar distancias en lugares públicos, llámese restaurantes o cafés.
A ello hay que sumar la reapertura de los cines, y aunque el semáforo se mantiene en Rojo, ya está el anuncio de la apertura de la Plaza de la Tecnología en esta capital, donde medianamente fluyen centenares o miles de usuarios al día, amén del gran número de comercios en su interior. También los promotores de espectáculos ya pidieron su “fecha” al Ayuntamiento para reanudar operaciones, aunado a las protestas que se mantienen en esta eterna ciudad de la inconformidad, donde prácticamente ya todos los sectores marcharon: taxistas, transportistas, mariachis, comerciantes de plazas aledañas a los mercados, ambulantes, promotores de espectáculos, normalistas y… los aficionados del Monarcas, concentración esta última que se realizó en tres ocasiones en una semana y que a juicio de la secretaria de Salud, Diana Carpio Ríos, generará de rebote más de mil casos de coronavirus.
El dato duro, ¿a quién le importa?
Desde el inicio de la pandemia, el Puerto de Lázaro Cárdenas, en el estado, llamó la atención por el alto número de casos de la COVID-19 y que a estas fechas le confiere el nada honroso título de segundo lugar nacional en cuanto a incidencias de casos confirmados.
El estado a nivel general escaló desde hace tres semanas la posición que lo ubicaba en el lugar 21, para pasar al lugar 12 de 14 estados que aumentaron su movilidad.
Este jueves 11 de junio, se reportan 168 nuevos casos, con lo que los contagios ascienden a 3 mil 248; seis nuevos decesos, lo que acumula ya 264 fallecimientos.
De los 3 mil 248 casos hasta este día, mil 471 corresponden al Puerto de Lázaro Cárdenas, según la información de la Secretaría de Salud estatal.
Michoacán se mantiene a nivel nacional en el lugar 20 de incidencia de casos por cada 100 mil habitantes; 21 en cuanto a mortalidad, y 24 sobre letalidad, de acuerdo a los gráficos y actualizaciones de la página especial sobre la COVID-19 instrumentada por la UNAM desde Morelia, a través del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA).
Para las autoridades sanitarias, la bandera en Rojo para municipios sólo se ubica en el Puerto de Lázaro Cárdenas; en Amarilla, siete, entre ellos Morelia, que después del Puerto ocupa el segundo lugar en incidencia, con 336 casos hasta este jueves 11 de junio; 27 se mantienen en Verde y en color Blanco, el resto de las demarcaciones municipales, 78, de un total de 113 municipios en Michoacán.
Lo que dice la federación
Estas son las actividades permitidas y sus alcances con el semáforo en Rojo, de acuerdo con José Luis Alomía, director General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, en rueda de prensa del miércoles 10 de junio.
-Ocupación hotelera, con un aforo máximo del 25 por ciento de su capacidad y puede alojar únicamente a personas que realicen actividades esenciales, tales como la minería o la construcción.
-Restaurantes y cafeterías, incluidas las de los hoteles, deben permanecer cerradas a nivel nacional; solo pueden ofrecer servicio para llevar y, “en el caso de los hoteles, servicio a la habitación”.
-Eventos deportivos profesionales, como futbol o béisbol, se pueden llevar a cabo sin público, a puerta cerrada.
-Peluquerías y estéticas pueden ofrecer su trabajo a domicilio, “siempre y cuando respeten las medidas sanitarias dispuestas para evitar el contagio del virus”.
-Parques públicos, estos pueden contar con un aforo máximo de 25 por ciento y deben ser únicamente utilizados para activación física.
-Mercados y supermercados pueden operar con una capacidad máxima del 50 por ciento, además de que solo una persona de cada familia tiene la autorización de ingresar para hacer las compras.
-Los lugares que aún están suspendidos son los gimnasios, vapores, teatros, iglesias, conciertos, centros comerciales, cines y bares.