Es bien sabido que hasta el momento no existe una vacuna contra el SARS-CoV-2, causante del coronavirus. Actualmente se encuentran en fase de desarrollo 149 vacunas experimentales contra la enfermedad, según datos de la OMS. Estos son los diez proyectos que se encuentran en fases más avanzadas, encabezados por la Universidad de Oxford y la biotecnológica Moderna, en una competición llena de obstáculos con miles de científicos trabajando contra reloj.
Ana Hernando | Agencia SINC | Mesa de Cienciario
El desarrollo de vacunas suele llevar años de investigación y pruebas antes de llegar a la fase clínica, pero esta crisis ha acelerado todo el proceso. Empresas privadas y centros de investigación de todo el mundo están trabajando a un ritmo frenético para tener el próximo año una vacuna segura y eficaz que nos proteja contra los efectos del SARS-CoV-2.
La investigadora Mercedes Jiménez, bioquímica de Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB-CSIC) considera que las variadas aproximaciones que se están utilizando para el desarrollo de la vacuna “lograrán que la efectividad sea distinta”. De hecho, opina, en esta carrera “se necesitará más de un caballo ganador”.
En este punto coincide también la inmunóloga del CIB-CSIC María Montoya, que indica a SINC que “la comunidad científica está aportando todo el conocimiento posible para conseguir la ansiada vacuna. Se están investigando y probando todas las estrategias: vacunas con vectores replicativos y no replicativos, de ARN, ADN, de proteínas de subunidad, de virus inactivado y de pseudopartículas virales recombinantes”, señala.
Montoya cree que “de todos los candidatos, tendremos varias vacunas que generarán inmunidad, quizás parcial o quizás total. Pero cualquier vacuna, aunque confiera una protección parcial, será mejor que no tener ninguna”.
En la competición, Montoya dice que “las que van más avanzadas, por ser menos complejas, son las que han tomado una parte del SARS-CoV-2 o una subunidad, y se ha insertado en un vector. En estos prototipos de vacuna, “el sistema inmunitario ‘solo’ ve una parte del virus y podría ocurrir que confirieran inmunidad parcial”. Aun así, “serían muy útiles para vacunar a la población”, insiste. “Las que contienen más partes del virus son más complicadas de producir y, por ello, llegarán más tarde”.
Actualmente, hay 149 vacunas experimentales contra la COVID-19. De ellas, 19 ya se están probando en una o varias de las tres fases de ensayos con humanos, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aquí hemos seleccionado las que se encuentran en las etapas más avanzadas.
1.Universidad de Oxford | Astra Seneca
Reino Unido, ensayos en fase III
Desarrollada por la Universidad de Oxford y Astra Zeneca. Se prueba con 4.000 voluntarios en Reino Unido, en breve se ensayará en Brasil con 5.000 personas y en Sudáfrica con 2.000. En los ensayos se incluyen niños de 5 a 12 años y adultos de más de 70 años.
El prototipo se llama ChAdOx1 nCoV-19 y está hecho a partir de un virus llamado ChAdOx1, una versión debilitada de un virus del resfriado común (adenovirus), que causa infecciones en los chimpancés y que ha sido modificado genéticamente de manera que es imposible que se replique en humanos.
El candidato ha sido rediseñado para contener la proteína S (del inglés spike, espícula), presente en el coronavirus, que le da su característico aspecto de punta y corona en la superficie. Los investigadores esperan que la vacuna, al presentar dicha proteína a nuestras células inmunitarias, pueda inducir la producción de anticuerpos específicos.
El CEO de la firma, Pascal Soriot, declaró hace unas semanas que “la vacuna podría proteger por un periodo de un año, trascurrido el cual habría que volver a vacunarse. También señalo que las primeras vacunas de emergencia podrían estar disponibles en octubre”.
2. Moderna
EE UU, ensayos en fase III
Su candidato, mRNA-1273, la empresa prevé probarlo con 30.000 voluntarios este mes de julio.
Sin embargo, las acciones de la firma cayeron un 7 % el pasado jueves, después de que STAT informara de un retraso en este gran ensayo, debido a cambios que Moderna quiere introducir en su plan de estudio. La empresa aún cree que podrá iniciar las pruebas este mes, según estas fuentes.
La vacuna de esta biotecnológica, con sede en Cambridge, Massachusetts, está basada en el uso de la tecnología del ARN mensajero (ARNm). Una vez inyectado en el cuerpo, envía a las células el mensaje de que produzcan proteínas similares a las del virus que se activan y funcionan como anticuerpos.
Mercedes Jiménez opina que “esta vacuna basada en material genético es pionera en su utilización en humanos, requerirá el desarrollo de tecnologías seguras para su transporte dentro del organismo”. Por ello, “supone un reto importante y va a ser muy interesante ver el tipo de respuesta inmunitaria que pueda otorgar”, subraya.
3. CanSino Biologics
China, ensayos en miles de militares
La vacuna experimental CanSino Biologics, desarrollada en colaboración con la Academia de Ciencias Militares de China, fue noticia hace un par de semanas cuando esta biotecnológica anunció que su candidato Ad5-nCoV había recibido autorización de la Comisión Militar Central para el uso de su candidato entre los miembros de las fuerzas armadas sin haber completado los ensayos clínicos.
La decisión fue polémica porque la firma solo había completado la fase I, cuyos resultados fueron publicados en la revista The Lancet y la fase II, por lo que el anuncio implicaba que se había saltado la III.
Además, Reuters señaló que la empresa “se había negado a revelar si la inoculación del candidato de vacuna [a los militares] era obligatoria u opcional, citando secretos comerciales”, en un correo electrónico enviado a esta agencia de noticias.
Con respecto a esta decisión, Mercedes Jiménez subraya que «plantear una vacunación a gran escala antes de estudiar los efectos en un número de voluntarios suficientes [miles], que es lo que se requiere en la fase III, resulta arriesgado”.
La Ad5-nCoV, que se basa en un adenovirus del resfriado, es una de las ocho vacunas candidatas de China aprobadas para ensayos en humanos en el país y en otros, como Canadá, para la enfermedad causada por el coronavirus.
4. Sinopharm
China, ensayos en fase III
Basada en virus inactivado, que ha sido desarrollada por una de sus filiales: China National Biotec Group (CNBG), en colaboración con los Institutos de Productos Biológicos y de Virología de Wuhan.
Hasta ahora, más de 2.000 personas han participado en las pruebas, de las que Sinopharm asegura que muestran que la vacuna sería «segura y efectiva» y que las reacciones adversas han sido mucho menores a los de otros candidatos.
Los ensayos de fase III se llevarán a cabo en los Emiratos Árabes Unidos, tras un acuerdo para empezar a probar la eficacia de esta vacuna en el estado del Golfo.
El candidato, desarrollado en Wuhan es una de las dos vacunas inactivas en las que está trabajando el CNBG. Otra desarrollada por su instituto de Pekín entró en pruebas con humanos a finales de abril.
La firma ha construido en tiempo récord dos nuevas instalaciones de producción de vacunas en Pekín y Wuhan, en las que CNBG prevé producir 200 millones de dosis de vacunas COVID-19 inactivadas al año, según la agencia de noticias estatal Xinhua.
5. Sinovac Buotech
China, ensayos en fase III
El candidato será probado en 12 centros de investigación en seis estados brasileños con unos 9.000 voluntarios. Este país latinoamericano tiene los peores registros de casos y muertes por la COVID-19, detrás solo de EE UU.
La firma señaló en junio que en las fases I y II de su prototipo, el 90% de los 743 voluntarios mostró una respuesta inmunitaria al virus y no hubo efectos adversos remarcables.
6. Instituto de Biología Médica de China
China, ensayos en fase II
No hay mucha información sobre este prototipo de vacuna. En los ensayos se determinará la dosis de la vacuna y se continuará evaluando si tiene potencial para desencadenar con seguridad respuestas inmunitarias en personas sanas.
IMBCAMS señala que espera utilizar una planta dedicada a la producción de la vacuna este año para prepararse para los futuros suministros de vacunas de China.
7. Imperial Collegue de Londres
Reino Unido, ensayos en fases I y II
Vacuna de ARN ‘autoamplificado’, que potencia la producción de una proteína viral para estimular el sistema inmunitario.
Los ensayos de fases I y II se iniciaron hace unas semanas con 300 personas sanas. La institución británica se ha asociado con la firma de inversión Morningside Ventures para fabricar y distribuir la vacuna a través de una nueva compañía llamada VacEquity Global Health.
«Si nuestro enfoque funciona y la vacuna proporciona una protección efectiva contra la enfermedad, podría revolucionar la forma en que respondemos a los brotes de enfermedades en el futuro», destacó.
8. Biontech/Pfizer/Fosum Pharma
Alemania, EE UU, ensayos en fases I y II
La compañía alemana BioNTech se ha aliado con Pfizer, con sede en Nueva York, y el fabricante de medicamentos chino Fosun Pharma para desarrollar su vacuna basada en tecnología de ARN mensajero.
Hace unos días, los socios anunciaron resultados preliminares prometedores de un ensayo de fases I y II de su vacuna de ARNm con 45 voluntarios sanos, cuyos datos se han publicado en un estudio en fase de preprint,
Las compañías señalan que la vacuna produjo anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en los voluntarios, mientras que algunos experimentaron efectos secundarios moderados como alteraciones del sueño y dolor en los brazos. Los socios esperan poder lanzar un ensayo con miles de participantes en septiembre. El proyecto de estas compañías cuenta con el apoyo financiero de la Operation Warp Speed.
9. Inovio
EE UU, ensayos en fase I
Según informa STAT, INOVIO, que ha ganado más de 4.000 millones de dólares en su valor bursátil (unos 3.500 millones de euros) desde que comenzó la pandemia, no proporcionó los detalles necesarios para determinar si su vacuna funciona.
En un comunicado de prensa, la empresa dijo que su vacuna dio lugar a «tasas de respuesta inmunológica» en 34 de los 36 pacientes del pequeño ensayo, pero no reveló cuántos produjeron anticuerpos que neutralizaran al coronavirus, datos clave para determinar si la vacuna podría proteger contra la infección.
Su proyecto es uno de los que cuentan con el respaldo financiero de Operation Warp Speed y también tiene el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates.
10. CureVac
Alemania, ensayos en fase I
La alemana CureVac cobró relevancia mediática el pasado mes de marzo cuando la Administración de Donald Trump intentó que la firma trasladara sus investigaciones a Estados Unidos.
Para proteger a CureVac de “inversiones extranjeras sospechosas y aportarle seguridad financiera sin influir en las decisiones empresariales”, el Estado alemán acaba de adquirir una participación del 23 % de la empresa por un total de 300 millones de euros, informa Bloomberg.
Además, la firma acaba de obtener un préstamo de 75 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones para impulsar su capacidad de fabricación.
En junio, la compañía, que lanzó ensayos de fase I de su vacuna de ARNm, dijo que su instalación alemana puede producir cientos de millones de dosis de vacunas al año.
Por otro lado, el controvertido CEO de Tesla, Elon Musk, ha dicho recientemente en Twitter que su firma está construyendo impresoras móviles de moléculas para ayudar a fabricar la vacuna CureVac.
La compañía, con sede en Tubinga, cuenta asimismo con el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates. CureVac es pionera en el enfoque del ARN mensajero, que también es utilizado por BioNTech y su socio Pfizer, así como Moderna.
Resultados presentados, en notas de prensa…
Desde que en comenzó la pandemia del coronavirus, los datos de los ensayos clínicos han llegado con cuenta gotas, a menudo a través de comunicados de prensa, en lugar de en estudios revisados por pares en revistas científicas.
Moderna, considerada, junto a la Universidad de Oxford / Astra Zeneca, como líder mundial en esta carrera, fue criticada por los expertos por emitir un comunicado de prensa en el que describía su vacuna en términos cualitativos en lugar de proporcionar datos concretos.
Hasta el momento, el único estudio publicado en una revista revisada por pares ha sido el de fase I de CanSino Biologics y la Academia de Ciencias Militares de China, que sacó The Lancet.
La situación de emergencia que estamos viviendo ha hecho que muchos protocolos científicos que se habían seguido hasta ahora hayan saltado por los aires. Uno de los ejemplos más relevantes fue el escándalo del estudio de la hidrroxicloroquina en The Lancet. Aún está por ver cómo esta pandemia afectará a la forma de hacer ciencia y de comunicarla en el futuro.
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Imagen, Pixabay.