“Mi cerebro (como el de todos) tienen alrededor de 90,000 millones de neuronas interconectadas entre sí por prolongaciones de estas, llamadas axones y dendritas. Y hay especializaciones, neuronas que conectan con el exterior generando acciones (motoras); otras que comunican los sensores exteriores (percepción) con el sistema nervioso central (sensoriales) y otras que conectan unas con otras transmitiendo la información (interneuronas).”

 

Horacio Cano Camacho

Estoy pensando sobre qué escribir en mi colaboración para Cienciario y fluyen varias ideas, pero ninguna termina de convencerme. Hojeo mi libreta de “ideas” y hay varios apuntes interesantes. Tengo algunas libretas donde voy anotando ideas, cosas que escucho por allí, o que miro, noticias, etc. Las voy alimentando de dibujos, recortes, anotaciones, referencias de artículos científicos, de manera que me estimulen para escribir algo, pero hoy simplemente no me dicen mucho, como si hiciera falta una chispa para arrancar…

¿Será que mis neuronas no están emitiendo señales para comunicarse con otras y simplemente están de reposo? Mi cerebro, como el de todos está formado por células, pero a diferencia de otros órganos no posee células musculares, básicamente está formado por neuronas y células de la glía. Pero como los músculos, debe ser entrenado, de hecho, en eso consiste el aprendizaje.

Mi cerebro (como el de todos) tienen alrededor de 90,000 millones de neuronas interconectadas entre sí por prolongaciones de estas, llamadas axones y dendritas. Y hay especializaciones, neuronas que conectan con el exterior generando acciones (motoras); otras que comunican los sensores exteriores (percepción) con el sistema nervioso central (sensoriales) y otras que conectan unas con otras transmitiendo la información (interneuronas).

Las neuronas se conectan unas con otras en gigantescos circuitos (conectoma) que hacen fluir información sobre todo el cerebro y mire que usamos todo el cerebro y no sólo un pequeño porcentaje como dicen falsamente algunos mitos. Pero las neuronas son bastante plásticas, cada idea, recuerdo o experiencia cambia esas conexiones generando nuevos circuitos, que es lo que yo quiero estimular al mirar mi cuaderno de “ideas”.

Hoy una zona que viene a mi mente ahora mismo. En 1988 un grupo de científicos italianos, encabezados por Giacomo Rizzolatti descubrió que una zona del cerebro de los macacos presentaba una respuesta eléctrica cuando estaba realizando una tarea concreta (asir un objeto, por ejemplo), pero esta zona volvía a presentar actividad en la misma intensidad cuando al mono se le presentaba el objeto, sugiriendo que esa zona del cerebro representaba un circuito de acciones que se activaba con estímulos sensoriales.

En experimentos posteriores se demostró que este cúmulo de neuronas también se activaban cuando el mono miraba acciones ejecutadas por otros, como si se hubiera encontrado una suerte de sistema de entrenamiento por imitación. A estas neuronas se les llamó neuronas espejo, y se demostró que también existen en nosotros los humanos, en un área similar, llamada “área de Broca”.

Desde entonces se ha generado tanto entusiasmo como dudas y controversias sobre el papel de estas neuronas. Imagine que yo no sé bailar porque de niño, además de muy hogareño y nerd, no veía a mis padres y hermanos bailar y no los imité y por lo tanto no entrené a mis neuronas y como resultado soy muy torpe en esa área o, por el contrario, de niño yo “miraba” a los otros en mi entorno ejecutar instrumentos musicales o cantar o labrar la roca y desarrollé mis habilidades artísticas. Suena bien…

Las neuronas espejo representaban una forma muy sencilla de comprender el aprendizaje, el desarrollo del lenguaje, la empatía y el desarrollo de habilidades. Pero no ha terminado de convencer a todos. Por ejemplo, no existen evidencias de que la ejecución de una acción y su comprensión esté conectadas a la misma zona. También se ha usado de argumento en contra de las neuronas espejo el hecho de que lesiones en esa región no impiden la comprensión o el lenguaje de los demás. Como se han descubierto neuronas espejo fuera de la zona de Broca, se discute que estos botones de neuronas pueden asumir esas tareas. Se sigue discutiendo.

Como quiera que sea, lo que es un hecho es que la formación de circuitos neuronales se estimula: la lectura, escuchar, hacer ejercicio, pueden ser estímulos positivos que además incrementan la liberación de dopamina, un neurotransmisor conectado con la respuesta de recompensa, el bienestar y la satisfacción. Mientras que la violencia, el estrés continuo, inducen la producción de sustancias como el cortisol que nos pone en alerta, al mismo tiempo que bloquea la formación de circuitos específicos.

La curiosidad caracteriza al cerebro humano, los ¿por qué? se cultivan y sirven de estímulos positivos al desarrollo cerebral, reprimirlo es condenar a nuestras neuronas a no aprender la formación de las redes y circuitos de la creatividad, la comprensión y el aprendizaje. Y esa capacidad, aunque muy grande en niños, sigue existiendo toda la vida, démosle oportunidad.

Mientras yo sigo mirando mi cuaderno en espera de estimular mis circuitos y que se me ocurra algo para escribir…


Originario de un pueblo del Bajío michoacano, toda mi formación profesional, desde la primaria hasta el doctorado la he realizado gracias a la educación pública. No hice kínder, por que en mi pueblo no existía. Ahora soy Profesor-Investigador de la Universidad Michoacana desde hace mucho, en el área de biotecnología y biología molecular… Además de esa labor, por la que me pagan, me interesa mucho la divulgación de la ciencia o como algunos le dicen, la comunicación pública de la ciencia. Soy el jefe del Departamento de Comunicación de la Ciencia en la misma universidad y editor de la revista Saber Más y dedico buena parte de mi tiempo a ese esfuerzo.