“El camino ha sido muy duro para las mujeres, quienes ha demostrado una enorme capacidad, a veces muy superior a sus compañeros, incluso hay muchos especialistas que están convencidos que ellas tienen mejores cualidades que los hombres en cuestión de adaptabilidad y respuesta en el espacio”.

 

Horacio Cano Camacho

Ir al espacio fue, durante mucho tiempo cosa de “hombres” hasta el 16 de junio de 1963, en que Valentina Tereshkova, una joven obrera de 26 años en la Unión Soviética, se convirtió en la primera mujer en salir de la Terra. Realizó un viaje orbitando 48 veces el planeta, en una misión de tres dias en solitario. Esta fue toda una hazaña.

En tres días viajó más lejos que todos los astronautas norteaméricanos combinados (hasta entonces) y demostró que no existia ninguna limitación para que una mujer participara en la carrera espacial. Tereshkova, fue seleccionada entre más de 400 solicitantes para finalmente ser enviada en la misión Vostok 6 el 16 de junio de 1963.

Durate mucho tiempo, el programa espacial se caracterizó por el sexismo y el racismo, particularmente en los Estados Unidos. La primera mujer norteamericana en el espacio fue Sally Ride, quien tuvo que esperar hasta 1983 para viajar al espacio. Sin embargo, en la misma Unión Soviética que presumía de incluyente, la participación de la mujer se “olvidó” despues del logro de “la primera”. Hasta 1982, Svatlana Saviskaya, también soviética, se convirtió en la segunda mujer de la historia que viajaba al espacio.

El camino ha sido muy duro para las mujeres, quienes ha demostrado una enorme capacidad, a veces muy superior a sus compañeros, incluso hay muchos especialistas que están convencidos que ellas tienen mejores cualidades que los hombres en cuestión de adaptabilidad y respuesta en el espacio.

John Glenn, primer estadounidense en orbitar la tierra y héroe nacional, aseguraba que las mujeres no deberían ir al espacio porque era una cuestión de “orden social”. Muchas mujeres se han quejado, con justa razón, de la actitud de los medios de comunicación, que parecen estar más interesados en cuestiones intrascendentes respecto a las mujeres astronautas como el peinado, los tampones, el maquillaje o el “abandono de los hijos” que en los eneormes retos y peligros que entraña salir del planeta. Por cierto, preguntas y preocupaciones que nunca le manifiestan a los astronautas hombres, es decir, machismo puro.

Aunque el número de mujeres astronautas sigue creciendo, la proporción sigue siendo muy desigual, cerca de 70 contra 600 hombres y las dificultades que enfrentan aunque se van superando, siguen existiendo.

Este fin de semana vi una película que me parece muy interesante recomendarles: aborda la situación de las mujeres que deciden emprender una carrera de astronautas. Se trata de Próxima, cinta francesa de la directora Alice Winocour, con un guión de ella misma. La película trata de Sarah (Eva Green), una astronauta francesa que se encuentra en la preparación de lo que será su primer viaje espacial. Sarah es una mujer que siempre tiene al lado a su hija, con la que mantiene una estrecha relación.

El camino profesional para Sarah no es nada fácil, sobre todo con respecto a su hija, a la que tiene que dejar durante el año que durará la misión. Pero ella está decidida a ser la mejor en esta carrera, que es también su pasión. La película francesa se adentra en todo un dilema aplicable a un porcentaje amplio de las mujeres de nuestro tiempo, el conflicto por mantener un equilibrio entre la vida personal y laboral.

La vida en pareja se puede solucionar en estos tiempos, pero la presencia de los hijos parecería complicar las cosas. Sobre todo si la participacion masculina en su crianza es marginal, como suele ser, por desgracia. Al conflicto de los hijos, sumemos la enorme presión que la preparación exige y que hay que reconocerlo, ignora casi completamente muchas de las necesidades de las mujeres. Próxima aporta una mirada femenina a este asunto, que como lo hemos comentado arriba, parecería pensado exclusivamente para ellos.

Otro aspecto muy interesante de la película es que sustituye los aspectos épicos en los que suelen centrarse las historias de las misiones espaciales pues en Próxima nos asomamos como por una ventana a trabajos que están muy lejos de una simple rutina, en donde cada aspecto es revisado, ensayado, armado, desarmado… porque de ello denpende no solo el éxito de una misión, sino la vida de las y los astronautas y en donde un error, por sencillo que sea, tiene un costo muy elevado.

Es una película de un realismo muy abrumador, pero elegante, con una Eva Green en su mejor papel. Indaga, no resuelve, el conflicto que asumen las mujeres en cada paso que dan para desarrollar todo su potencial. Un trabajo doble y muy superior al que los hombres nos enfrentamos. Es un mundo hostil, hecho por los hombre y con pocas consideraciones con las mujeres, en donde falta, efectivamente la mirada de ellas.

De manera muy especial, esta cinta explora el esfuerzo físico y mental de Sarah para mantenerse firme en un entorno masculino y machista, y constitute un muy lúcido ensayo sobre la maternidad y los problemas de las mujeres para hacer compatible su vida familiar y laboral. Es una exploración perspicaz, emocionante y crítica de las dificultades reales de las mujeres el la vida profesional y laboral, en donde no obstante, siempre serán insustituibles…


Originario de un pueblo del Bajío michoacano, toda mi formación profesional, desde la primaria hasta el doctorado la he realizado gracias a la educación pública. No hice kínder, por que en mi pueblo no existía. Ahora soy Profesor-Investigador de la Universidad Michoacana desde hace mucho, en el área de biotecnología y biología molecular… Además de esa labor, por la que me pagan, me interesa mucho la divulgación de la ciencia o como algunos le dicen, la comunicación pública de la ciencia. Soy el jefe del Departamento de Comunicación de la Ciencia en la misma universidad y editor de la revista Saber Más y dedico buena parte de mi tiempo a ese esfuerzo.