Integrantes de academias en preparatorias de la Universidad Michoacana insisten en que no hay condiciones para cambios de la malla curricular, además de pronunciarse por abrir el proceso en cuanto cambien las actuales condiciones por la pandemia.
Raúl López Téllez
Un completo hermetismo ha guardado la Rectoría de la Universidad Michoacana ante la inconformidad y propuestas planteadas por academias de escuelas preparatorias ante el intento de reformar la estructura académica en el nivel y en donde docentes observan un retroceso y un riesgo laboral además con la medida.
Ni un solo escrito más allá del sello de recibido, ha sido contestado ni por el rector Raúl Cárdenas Navarro, o por Orepani García, secretario académico, y por Laura Erandi Cázares Rosales, titular de la División del Bachillerato, ante las posturas de los grupos académicos y del Consejo Técnico de la Facultad de Filosofía que se han pronunciado por convocar a una discusión amplia el tema, al igual que consideran que por la emergencia sanitaria no hay condiciones para emprenderla actualmente.
En una entrevista exclusiva con Cienciario, los docentes integrantes de varias academias, rechazan que en los 28 años de vigencia del último esquema académico aprobado para el bachillerato de la UM, éste se mantenga sin cambios en ese lapso. Cada año se actualizan los contenidos y al efecto mostraron constancias por asistencias a cursos, desde antes del año 2000 y los últimos realizados el año pasado a instancias éstos de las comisiones mixtas conformadas entre el Sindicato de Profesores (SPUM) y la Rectoría.
Observan que la reducción en horas planteadas para materias de humanidades o su franca desaparición en algunos semestres, obligarán a la improvisación ya que los docentes no están preparados para algunas asignaturas que se proponen y que para la autoridad no pasa de ser un proceso de sustitución o “acomodo docente”, punto en el que aclararon que no son 324 los maestros asignados al nivel, sino alrededor de 900 –incluidos 174 de medio tiempo, 124 de tiempo completo y el resto de cobertura por horas, según sus cifras-, y donde el mayor riesgo con la reforma será para los docentes que laboran por asignatura o por hora, en tanto que la carga se acentuará con los de tiempo completo.
Otro argumento es que “al mover el perfil del maestro, para que cubra con horas una carga laboral, si afecta el nivel académico”, al igual que citan artículos como el 30 en el Contrato Colectivo de Trabajo que limitan la movilidad laboral al área de su especialidad.
Para varios integrantes de las academias, integradas por maestros de las diferentes asignaturas que conforman los semestres, no se descarta que en el intento de reforma se trate de trastocar lo que llaman “esencia humanista” del bachillerato en la UM, por un “pegote” más adecuado a un subsistema como el Colegio de Bachilleres o Bachillerato Tecnológico.
Afirman que los intentos de imposición los ven desde el trato mediático, “sesgado” a su juicio, donde no se plantea con equilibrio la postura de quienes critican la llamada reforma a la mala curricular sino solo la versión de Rectoría, y mucho menos ponderar su disposición a participar y analizar los cambios que se proponen.
Entre las irregularidades que consideran, citan que la propuesta no pasó por academias ni consejos técnicos, como está planteado legalmente, tanto por la Ley Orgánica como por el Estatuto Universitario.
La intencionalidad que ven es que las autoridades buscan una estrategia de presunta atracción ante una cada vez menor captación de matrícula en las preparatorias universitarias.
Antecedentes
De acuerdo con los integrantes de las academias, en septiembre del 2019 se trabajó en cursos de actualización y se habló de “reforzar” el bachillerato, con la generación del documento “Plan de Mejora del Bachillerato de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo”, pero a partir de agosto pasado, el día 17, en una reunión de academia en el Colegio de San Nicolás se da a conocer la intención por reformar la malla curricular con un enfoque hacia la capacitación para el trabajo, a través de especialidades. “No era revisar contenidos, sino cómo se conforma el bachillerato; nunca recibimos una información de carácter oficial, si esa era la intención”, reunión en la que aclaran se dividieron en grupos a las academias.
En el ya denominado “Actualización del Plan de Estudios del Bachillerato Nicolaita”, difundido por la Secretaría Académica y el Consejo Académico del Bachillerato el 24 de agosto, se habla de que con los cambios se generarían “áreas terminales” en el egresado con especialidades en “dibujo arquitectónico y de construcción, desarrollo de software, robótica, salud y nutrición, laboratorista químico, mecánica dental, laboratorista clínico, biotecnología y agricultura, filosofía y derecho, historia y literatura, desarrollo humano, diseño gráfico y comunicación, economía de la empresa, turismo y tramitación aduanal”.
En su crítica ya conocida hacia el intento de implementar dicha reforma, en el sentido de que sustituye contenidos humanísticos por asignaturas técnicas, señalan que la Rectoría parte del supuesto de que el actual modelo de bachillerato en la UM, “ya no es atractivo”.
Destacaron que no están ni han estado en contra de los cambios, “pero no a denigrar humanidades” y que, insistieron, afecta con su recorte en horas de clase a las asignaturas de Derecho, Latín, Gramática, Artes, Filosofía de la Ciencia y Ecología, entre otras; “incluso la academia de Matemáticas no está de acuerdo”, indican.
“No es el momento ni el procedimiento, al no convocar a los maestros del propio bachillerato”, reiteran como otra de sus insistencias a la autoridad.

Intencionalidad poco clara
Argumentan que la limitación financiera por la que pasa la Universidad Michoacana y que se ha agudizado en los últimos años por presupuestos deficitarios, imposibilitarían tan siquiera poder contar con la infraestructura necesaria para aplicar nuevas materias que requieren de capacidad instalada en cada una de las siete preparatorias de la Casa de Hidalgo.
De los comunicados enviados a la Rectoría, “ninguno ha sido contestado” por la autoridad universitaria, indican, aunque reprochan el “cabildeo” que hacen funcionarios de Rectoría a través de la Secretaría Académica y algunos directores, incluso de facultades, para promover los cambios.
Los escritos girados, dirigidos al rector Raúl Cárdenas Navarro, al secretario académico, Orepani García Rodríguez, y a Laura Erandi Cázares Rosales, titular de la División del Bachillerato, datan desde julio de este año y los últimos corresponden a la primera semana de este mes de septiembre.
La Rectoría, a través de las dependencias citadas, envío por su parte a los integrantes de las academias el modelo en que basó sus encuestas sobre opciones,
-¿Cuál es la intención entonces de imponer esta reforma, a su juicio, si no hay condiciones y no se consulta o se realiza sin la plena transparencia?, se les cuestiona.
“La baja en la matrícula de las preparatorias puede ser una”, señalan al advertir que desde hace tres años se redujo drásticamente el interés por las preparatorias de la UM, en un contexto donde además se han venido dando manifestaciones de inconformidad de profesores y empleados por falta de pagos y riesgos de estabilidad laboral con la reforma al Régimen de Pensiones y Jubilaciones, condición impuesta por la federación para que se pueda contar con apoyos extraordinarios ante un presupuesto anual deficitario y suficiente solo para 10 meses del año.
“No hay justificación, aunque tampoco hay una claridad en los propósitos”, dicen en resumen, acerca de los intentos de Rectoría, y repiten los argumentos de la falta de condiciones, además de que se involucre al conjunto de docentes, no solo a los del bachillerato, al análisis de los cambios que se plantean por la Secretaría Académica y el Consejo Académico del Bachillerato, quien justifica sus propuestas en una metodología basada en encuestas puestas en duda por los docentes de las academias entrevistados, quienes afirman que las mismas carecen del sustento metodológico para ser creíbles, en cuanto al poco universo contemplado.
“Hay una muestra con 35 personas, que nos digan como sacan esa estadística; hay otra sobre perfil de los profesores, la participación de los alumnos por incorporarse y esa parte de la matrícula que a todos nos interesa, la sustentan en una supuesta eficiencia de atracción de alumnos, con ese sesgo de especializaciones para el trabajo, hacerlo más tecnificado, con terminales de especialización más tendientes a lo laboral, y lo único que están haciendo es quitar horas y materias para alimentar a otras”, en una dinámica que busca, señalan, “a uno les quito a otros les pongo (horas), compacto materias y de ahí puedo disponer de horas para terminales o especialización; mientras te dan dos horas de lógica semanales, contra seis u ocho para materias de especialización”.
-¿Hay vías de impugnación en la legislación universitaria?
“Debe haberlas, ya el estatuto señala la autoridad de los consejos técnicos y las academias en propuestas académicas, además de que tendrá que intervenir el Consejo Universitario —“, señalan, aunque también reconocen que hay una apatía imperante en el resto del profesorado sobre los cambios y que, aseguran, no serán impuestos en este ciclo escolar 2020-2021.
Otro espacio, dicen, podría ser el Tribunal Universitario, aunque señalan que del mismo se desconoce incluso si cuenta con un domicilio oficial, al igual que argumentan un posible amparo en caso de procederse con los cambios en horarios y asignaturas, ya que los mismos contradicen la esencia del artículo tercero reformado, que plantea la incorporación de humanidades y artes en la formación del estudiante desde el nivel básico hasta el nivel medio superior, es decir, el bachillerato.
Fuera de la escena pública
Escasas notas sobre el tema y en determinados espacios, han dado cuenta del tema de reforma al bachillerato universitario en la escena pública.
En los mismos comunicados del área de Prensa de la UM, no hay un solo comunicado al respecto desde que inició la discusión interna del tema. “Lo quieren hacer en lo oscurito”, critican los maestros integrantes de las academias.
Tampoco en la página oficial de la Casa de Hidalgo, hay notificación o aviso alguno sobre la llamada “Actualización del Plan de Estudios del Bachillerato Nicolaita”.
El mismo Sindicato de Profesores (SPUM), no se ha pronunciado al respecto, aunque a través de las academias si participan representantes seccionales del gremio con su rechazo al esquema planteado por la Rectoría.