Desde que se impusiera proseguir las actividades académicas de manera virtual y no presencial, está pendiente en la Universidad Michoacana una evaluación sobre el uso de plataformas digitales que faciliten y permitan el acompañamiento docente y acercamiento con el alumno, lejos del fenómeno de la simulación.
Raúl López Téllez
La simulación, es el riesgo que se advierte en el esquema de clases virtuales en la Universidad Michoacana implementado por la pandemia generada por la COVID-19. La falta de un método específico determinado por sus autoridades académicas, y la carencia de una herramienta o aplicación determinada para su uso común, propicia la desatención tanto de docentes como alumnos.
El uso de nuevas tecnologías por parte de maestros de educación superior, mantiene una desigualdad en cuanto a herramientas elegidas, tanto por desconocimiento o desinterés de los maestros, acostumbrados a la rutina de la cátedra presencial, y en donde influye la ruptura generacional y las tecnologías en el caso de maestros de edad avanzada, lo que los lleva en la virtualidad al abuso en el esquema de entregar trabajos en un plazo determinado como presunta atención.
En un somero conteo con alumnos de varias licenciaturas de la Casa de Hidalgo, se percibe que menos de la mitad de los docentes en un grupo acomete el uso de éstas con mayor dinamismo para acercarse al alumno una vez que se suspendieran presencialmente las actividades, el 17 de marzo.
Algunos maestros, se remiten a dar indicaciones sólo a través de sus grupos de Whatsapp, por Facebook y el correo electrónico, de acuerdo con alumnos de primer grado de varias licenciaturas en la Universidad Michoacana que pidieron el anonimato.
“De siete materias que llevamos, sólo en cuatro el maestro ha tenido contacto con nosotros, aunque es para mandarnos los trabajos por correo o en Whatsapp, de los que sólo uno ha realizado enlaces a través de una plataforma, y el resto nos dejó trabajos a resolver y con eso calificar el semestre”, indica un joven estudiante.
“Otra situación es que nos dejan un buen de trabajos; para hacer un resumen, me dejaron leer un texto de 300 páginas, cuando aparte de la lectura hay que comprender y entonces si hacer la redacción”, señala otro, de una carrera diferente, quien destaca que en su facultad “casi todos” los maestros sí utilizan plataformas, aunque lo explica por el hecho de que en su mayoría son docentes jóvenes.
En los casos de sesiones a través de plataformas en vivo, los estudiantes afirman que han constatado que no todos sus compañeros están conectados. “A veces no llegamos ni a la mitad del grupo”, refieren.
En la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, el promedio de edad del profesorado es mayor a los 40 años, incluso con un alto número de solicitudes de jubilación tras 25 años laborados de acuerdo al esquema vigente de retiro recién modificado, lo que habla de una planta docente no formada en las nuevas tecnologías de la información ante un escaso número de catedráticos jóvenes.
Desincorporados, un 5% de estudiantes: autoridades
Un 3 o 5 por ciento de alrededor de 50 mil alumnos no se han incorporado plenamente al esquema de docencia virtual vigente a partir del 20 de abril, señala el secretario académico de la institución, Orepani García, quien rechaza que no exista un esquema de atención virtual institucional.
Aunque “falta precisar las causas, en eso estamos”, García dice que serían varias las razones para que el alumno no esté en la virtualidad académica, tanto por vivir en comunidades alejadas donde no se pueda acceder a una red, carecer de una computadora o la situación de la pandemia misma, pero, insiste, “la mayoría de los alumnos está en las clases virtuales”.
“Incluso antes de que se diera la pandemia, la Rectoría ya había dispuesto un esquema de atención virtual”, dice en referencia al programa Sistema Universitario Virtual Nicolaita, para reglamentar esquemas de comunicación a través de herramientas digitales.
En cuanto a la brecha generacional docente respecto al uso de tecnologías o plataformas digitales, acepta que la misma puede influir y afectar la calidad de la enseñanza o bien estar no estar “conectado” con el alumno que es lo que señalan los alumnos. Los docentes del área de las ingenierías, señala, son a su juicio “los que más están en contacto con la virtualidad”.
Para ello, dice en entrevista telefónica, se realizan cursos de actualización a un promedio de mil 100 maestros, para que se “adapten” a ese nuevo esquema y el que afirma, “tendrá que mantenerse, incluso combinado con la actividad presencial”. Defiende que hay capacidad docente en la virtualidad, dado el esquema de Educación a Distancia, no presencial, que desarrolla la UM desde hace varios años en nodos a distancia en algunos municipios.
Respecto al seguimiento o valoración del esquema virtual, García alude al Plan de Seguimiento a los Programas Educativos instrumentado al respecto, aunque reconoce que aún no se ha sistematizado la información sobre qué métodos utilizan los docentes y la dinámica de participación de los estudiantes hacia los mismos.
¿Cuál es la plataforma digital de la UM?
El llamado Sistema Universitario Virtual Nicolaita, se sustenta en las siguientes herramientas “para trabajo remoto y actividades virtuales en la UMSNH”, dadas a conocer por la administración universitaria y expuestas en la página oficial de la Universidad Michoacana:
GMail: Aplicación de Correo electrónico.
Classroom: Aula virtual, crear y gestionar cursos.
Meet de Hangouts: Videoconferencias (audio, video, audio+vídeo) comunicación a distancia.
GDocs: Suite de oficina, documentos de texto, hojas de cálculo, presentaciones.
GCalendar: Gestión de calendarios, citas, agendas
Drive: Acceda a sus archivos, almacénelos y compártalos desde un único lugar seguro
SIIA: Sistema Integral de Información Administrativa
SUVIN: Sistema Universitario Virtual Nicolaita