“Las fitoalexinas presentan una gama muy amplia de propiedades como compuestos antifúngicos (matan hongos), antibacterianos, antihelmínticos, incluso antivirales. Y aunque no lo sepamos, varias de ellas son usadas con el mismo propósito en nosotros, o como antioxidantes, anticancerígenos y cardioprotectores. Vamos, incluso muchas sustancias que usamos como drogas, sabores, aromas, en realidad son fitoalexinas.”

 

Horacio Cano Camacho

Tal vez este nombre no le diga nada a la mayoría de los lectores y por ello quise hablar un poco del tema. Estoy preparando mi clase de metabolismo secundario y les hablaré de fitoalexinas y me pregunté cuántos de los lectores estarán familiarizados con el concepto. A pesar de lo críptico del término, es un tema de interés para todos.

No debemos olvidar que las plantas, como todos los seres vivos, en su entorno natural se enfrentan a un gran número de microorganismos patógenos. Prácticamente los mismos agentes que nos causan enfermedades a nosotros también les causan enfermedades a las plantas, principalmente hongos y bacterias, aunque también virus, nematodos, y un amplio etcétera.

Y al igual que pasa con nosotros, la mayoría de las plantas permanecen sanas gracias a que poseen complejos sistemas de defensa contra el estrés biótico y abiótico. Las fitoalexinas forman parte de la respuesta a estas tensiones. Se definen como compuestos antimicrobianos de bajo peso molecular producidos por las plantas como respuesta al ataque de patógenos o al daño celular. Están ausentes del tejido sano y solamente se sintetizan cuando las plantas detectan la presencia del agente patogénico.

Las fitoalexinas presentan una gama muy amplia de propiedades como compuestos antifúngicos (matan hongos), antibacterianos, antihelmínticos, incluso antivirales. Y aunque no lo sepamos, varias de ellas son usadas con el mismo propósito en nosotros, o como antioxidantes, anticancerígenos y cardioprotectores. Vamos, incluso muchas sustancias que usamos como drogas, sabores, aromas, en realidad son fitoalexinas. ¿Se ha preguntado alguna vez por qué el café produce cafeína o la planta de coca, produce la droga del mismo nombre? Resulta que estas sustancias en la planta juegan papeles de defensa contra el ataque de patógenos y de herbívoros.

Ya dijimos que están ausentes del tejido sano y solo se sintetizan cuando las células de la planta detectan la presencia del atacante o algún tipo de daño. El mecanismo involucrado en este reconocimiento es muy interesante. Resulta que las plantas (contra la creencia de los veganos) si sienten… y se estresan y responden a ese estrés, modificando su comportamiento metabólico. Una planta no puede huir, de manera que debe articular la respuesta rápidamente en el mismo lugar donde crece.

Una planta, es decir, sus células, reconocen sustancias provenientes del atacante, fundamentalmente compuestos estructurales, o de sus propias células que están siendo atacadas y se desprenden moléculas que la planta detecta e interpreta como la señal de peligro. Este reconocimiento genera señales que viajan a sus genes y se activa la síntesis de las enzimas que convertirán compuestos ya presentes, en las famosas fitoalexinas. Para una respuesta aun más rápida, muchas fitoalexinas se encuentran ya almacenadas como compuestos inactivos y disueltos en agua en unos sacos membranosos llamados vacuolas. Estos precursores se llaman fitoanticipinas y cuando se detecta el peligro, de inmediato se movilizan al sitio del ataque para intentar detener al enemigo potencial.

Pero las fitoalexinas son muy tóxicas, incluso para la planta misma, por lo que la señal de ataque también coordina otra respuesta muy espectacular. La planta mata a las células que entraron en contacto con el patógeno y crea una barrera de muerte donde va acumulando muchas toxinas como polifenoles, fitoalexinas y especies reactivas de oxígeno buscando envenenar al atacante.  De esta zona, llamada de respuesta hipersensible, se desprenden otras señales que viajarán por los tejidos lejanos, articulando otras respuestas, incluso la generación de señales que “avisarán” a las plantas vecinas del peligro, induciendo en ellas una respuesta de estrés que las prepara para el posible ataque.

Las fitoalexinas son realmente un componente más del complejo sistema inmune de las plantas. Respecto a la diversidad, se conocen miles de estos compuestos distribuidos en numerosas rutas bioquímicas dependiendo de la especie y familia vegetal. De esta manera se sabe que las leguminosas producen fundamentalmente isoflavonoides, como el fríjol que acumula faseolina y faseolidina; las solanáceas como la papa producen isoprenoides como la solanina que produce la papa o el capsidiol que produce el chile.

Prácticamente todas las plantas que han sido estudiada son capaces de producir fitoalexinas y cuando experimentalmente se bloquea su síntesis son enfermadas y eventualmente mueren de infecciones por hongos, bacterias o virus.

A pesar de que se descubrieron allá por 1948, las fitoalexinas han sido muy ignoradas por la investigación agrícola como una muy importante alternativa al uso de pesticidas y una fuente inagotable de compuestos farmacológicamente activos para probar en medicina humana. A muchas de ellas se les han descrito propiedades interesantes para nosotros. Así que ya sabe un nuevo término para presumir esta Navidad, ya que el resveratrol de la uva y el vino tinto …es una fitoalexina.


Originario de un pueblo del Bajío michoacano, toda mi formación profesional, desde la primaria hasta el doctorado la he realizado gracias a la educación pública. No hice kínder, por que en mi pueblo no existía. Ahora soy Profesor-Investigador de la Universidad Michoacana desde hace mucho, en el área de biotecnología y biología molecular… Además de esa labor, por la que me pagan, me interesa mucho la divulgación de la ciencia o como algunos le dicen, la comunicación pública de la ciencia. Soy el jefe del Departamento de Comunicación de la Ciencia en la misma universidad y editor de la revista Saber Más y dedico buena parte de mi tiempo a ese esfuerzo.