Las plantas no sólo se reproducen por semillas, además de que entre las plantas de ornato “hay miles de híbridos estériles que no producen semillas o si lo hacen, éstas no germinan, y otras tantas que debemos propagarlas por estacas, esquejes, divisiones e hijuelos, estolones, bulbos, o rizomas, para que mantengan su magnífico follaje”, nos recuerda este artículo publicado el 6 de noviembre del 2017 en Cienciario.

 

Rafael Salgado-Garciglia

Seguramente los gustosos de las plantas, los que tenemos nuestros jardines y macetas repletos de cualquier tipo de estos bellos organismos, sabemos a qué se refieren estas tres palabras, coloquiales pero que usamos en el argot de los coleccionistas y cultivadores de plantas, sobre todo de las ornamentales.

En este grupo de personas, la gran mayoría no son especialistas, no son botánicos ni agrónomos, lo conforman mayormente amas de casa y estudiantes o profesionistas de otras áreas alejadas al estudio de las plantas, como de ingenierías, arquitectura y de salud, entre otras. Es por eso, que existe la costumbre de pedir, comprar o intercambiar una parte de una planta que no tenemos, utilizando alguna de estas tres palabras.

Por lo menos habrás oído a un familiar, a algún amigo o a un vecino, decir: ¿Me das un codito de ese geranio?, ¡Te cambio un piecito de mi anturio rojo por uno de tu anturio blanco! o ¿Me vendes un hijito de tu violeta? Incluso ahora podemos leerlas en las redes sociales de páginas de plantas, muchas veces usadas también por los conocedores como una manera de sencillez de lo que significan estos términos y no por falta de conocimiento. De hecho, escribir sobre esto surgió al leer una discusión en facebook sobre si era correcto o no utilizar estas palabras, con ofensas graves hacia los que no son especialistas, pero si conocedores del cultivo de las plantas.

¿Qué significan?

Un codito, un piecito o un hijito, son palabras que se refieren a partes de una planta con el propósito de propagarlas, es decir, de obtener una nueva planta, esa nueva, bella o rara que todos queremos tener. Al primero realmente se le denomina esqueje, que son pequeñas estacas que se cortan de una planta; la división en pie o “piecitos” son lo mismo que los “hijitos” y son plantas que se forman generalmente en la base del tallo o en ciertos tipos de raíces, denominadas hijuelos. Estos sistemas de propagación corresponden a la reproducción vegetativa o asexual de las plantas.

Así es, las plantas no solo se propagan por semillas (reproducción sexual), de hecho, hay una gran cantidad de especies vegetales que solo deben propagarse de manera asexual, para que conserven las características genéticas únicas como el aguacate “Hass” y las variedades comerciales de fresa o de zarzamora.

Entre las plantas de ornato hay miles de híbridos estériles que no producen semillas o si lo hacen, éstas no germinan, y otras tantas que debemos propagarlas por estacas, esquejes, divisiones e hijuelos, estolones, bulbos, o rizomas, para que mantengan su magnífico follaje (hojas y tallos) y la forma, el tamaño, y el colorido de sus flores. También el injerto y el acodo son formas de propagación asexual, pero éstas son más complicadas que las realizan principalmente los expertos.

La propagación de nuestras propias plantas es una de las labores más comunes y gratificantes que hacemos en nuestras casas. Cuando conseguimos algún esqueje o hijuelo, tenemos todo el conocimiento para lograr el buen crecimiento y desarrollo de la planta en cuestión, sabemos mucho acerca de los sustratos, de las condiciones de cultivo y de la aplicación de fertilizantes o plaguicidas.

Incluso, echamos mano de los enraizadores comerciales para obtener un mayor éxito en esta primera etapa del cultivo de las plantas, aunque la mayoría de las veces no los aplicamos, ya que “naturalmente” se desarrollan tanto las primeras raíces como los primeros brotes. Esto se debe, muchos también lo sabemos, al contenido de las fitohormonas o reguladores del crecimiento vegetal que los esquejes tienen, principalmente auxinas y citocininas.

Formación de una nueva planta en los esquejes

Después de realizar el corte de los esquejes y colocarlos en agua o en suelo, la formación de raíces se produce debido a que las auxinas se transportan de los ápices (yemas apicales), como la punta de los tallos, de las ramas y de las hojas, hacia la base del esqueje, donde ejercen su acción; cuando el contenido de las auxinas disminuye en la yemas apicales y laterales, inicia el desarrollo de brotes por la acción de las citocininas. Es por eso, que el balance entre estas dos fitohormonas dirige a la formación de una planta, promoviendo el enraizado y la brotación de los esquejes, ya sea de las propias que contienen (endógenas) o cuando son aplicadas a éstos (exógenas).

Aunque sabemos que las plantas no tienen coditos, piecitos y mucho menos hijitos, como mencioné al principio, finalmente son palabras que utilizamos continuamente entre los que integramos el grupo de amantes de las plantas, que aceptadas o no, no deberíamos de asociarlas con expresiones vulgares o “poco cultas”.


Imagen: Pixabay.


 
Profesor e Investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo biotecnólogo y cultivador de plantas, pero también…de ciencia.