En lo que astrónomos consideran “un hito”, una empresa privada en el negocio de la aeronáutica estadounidense inició este sábado una misión a la Estación Espacial Internacional, en un viaje donde la NASA participa con dos astronautas.
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Los astronautas de la NASA, Doug Hurley y Bob Behnken, partieron este sábado en un vuelo de la compañía SpaceX, en un evento que ha sido destacado como “un hito” por la participación de una empresa privada en una misión espacial.
El vuelo, que se pospuso el pasado miércoles por condiciones climáticas, finalmente partió desde el Centro Espacial Kennedy en Florida este sábado 30 de mayo y, en un recorrido de 19 horas, alcanzará la Estación Espacial Internacional (EEI).
La misión rompe el lapso de cerca de una década de proyectos espaciales interrumpidos por Washington, tras el fracaso de los vuelos de transbordadores Challenger (1986) y Columbia (2003), perdidos en una explosión, y Atlantis (2011). Space X es una compañía que incursiona desde principios del siglo XXI en el tráfico espacial, con el envío de sondas a la EEI.
A través de su muro en Facebook, el Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) del Campus Morelia de la UNAM, señala que la misión emprendida este día “representa un cambio de paradigma en los vuelos espaciales, de un modelo donde el desarrollo tecnológico es realizado por agencias gubernamentales como la NASA a un modelo donde el desarrollo (y los riesgos que conlleva) lo hacen compañías privadas como Space X, y las agencias de gobierno las contratan”.
La misión espacial además continúa el camino a los viajes privados al espacio, ya realizados por Estados Unidos, Rusia y China.